Cultura

Los secretos de Laura Gallego

La televisión tiene muchas cosas malas... y también alguna buena. Como la posibilidad de descubrir a través de la pequeña pantalla a personas con el talento innato de Laura Gallego. Una mujer que con apenas veinte años puede presumir de haber llenado, ayer lunes y hoy martes, un teatro como el Lope de Vega, donde otros (y otras) con mucho más prestigio y trayectoria que nuestra protagonista no han visto jamás colgado el cartel de "no hay billetes".

¿Cuáles son los secretos de Laura Gallego? Primero, sus capacidades vocales, que de menos a más fueron creciendo a lo largo de la noche a través de un repertorio en el que sobre todo hubo copla, copla y más copla distribuida, eso sí, en varios bloques de canciones: la primera, más de orquesta clásica, con piezas como Cinco farolas; la segunda, íntima y a piano, con interpretaciones magistrales como la de Ojos verdes; una tercera, a guitarra, más flamenca y, por último, un guiño a títulos ligeros pero con alma coplera como Ese hombre, de Rocío Jurado). Aparte, mezclando la increíble popularidad lograda en Canal Sur con la simpatía y chispa natural de la que goza Gallego, encontraremos los otros dos elementos culpables de que el público se encuentre rendido a sus encantos.

Ella, con la frescura de la adolescencia en los labios, sonríe pícara y habla continuamente proponiendo incluso juegos a un aforo encantado con asistir a un espectáculo en el que, reforzando el aire clásico de la propuesta, no faltaron dos bailarines que coreografiaron algunos de los temas de una emergente figura a la que, aun quedándole muchos peldaños por subir, puede sentirse muy orgullosa de lo ya logrado gracias a un instrumento, su voz, del que domina desde los graves a los altos sabiendo modular su potencia para adaptarse con sabiduría a las diferentes melodías que va desgranando siempre con una base flamenca como fondo dominante en todas ellas.

La loba, Vino amargo o Mi niña Lola, al final en el patio de butacas, fueron otros referentes del cancionero popular con los que se atrevió esta chica de Algar que, de seguir el mismo camino, podemos pronosticar llegará mucho más alto. Es cuestión de, manteniendo su cautivadora sencillez, no dejar nunca de formarse y aprender. Las únicas claves para que el éxito sea, además, perenne.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios