Cultura

Una solución asumible y apaciguadora

A nadie escapa que tras la decisión salomónica de separar la dirección artística de Maestranza y ROSS ha pesado, más allá de las componendas políticas, la oposición mostrada por un alto porcentaje de profesores de la ROSS a la continuidad del maestro Pedro Halffter en ambos puestos. Dirigir un proyecto artístico con una contestación interna tan notoria y radicalizada era sin duda el mayor obstáculo que tenía el director madrileño para su permanencia al frente de las dos entidades, y la cuerda se ha terminado por romper por donde suele: es más fácil prescindir del entrenador que de la plantilla.

Más allá de su indudable componente político, la decisión parece razonable: manteniendo a Halffter al frente del teatro se contenta a la mayoría de los patronos de la institución y se aleja el foco de un problema que podría tener consecuencias imprevisibles, ya que a partir de junio de 2015 su contacto con la orquesta será mucho menor.

Confiando en que la cohabitación no ocasione trastornos irresolubles, la elección de John Axelrod (Houston, 1966) como director artístico para la ROSS parece también una buena opción, ya que el texano no sólo había demostrado en sus dos comparecencias en el Maestranza una química excelente con la orquesta, sino que era quien presentaba el más sólido currículo internacional de cuantos optaban al puesto. Lo que no se entiende es que su nombramiento se plantee como una solución para los dos próximos años, ya que, en el fondo, cerrada y en marcha la temporada actual, para lo que se está contratando a Axelrod es para que prepare la programación del curso 2015-16. En estas circunstancias, ¿no habría sido preferible plantear esa temporada como transitoria y abrir un proceso serio para la siguiente? Juan Luis Pérez ha cubierto a satisfacción en otras ocasiones interregnos parecidos, y la temporada 2015-16 podría haber servido para que todos los candidatos preseleccionados pasaran por el podio de la orquesta.

Después de un proceso selectivo disparatado, hecho a destiempo y con interferencias poco aceptables, la salida finalmente adoptada resulta al menos apaciguadora y políticamente asumible. Confiemos en que sea fructífera en el terreno artístico.

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