"Aunque suene pretencioso, yo he puesto nombre a mi barrio"
Haze. Rapero
Tras seis años sin sacar disco, el sevillano regresa al panorama musical con 'Barr10'. Además de cantante, es licenciado en Filología Hispánica y cursa un máster en Estudios Americanos.
-Después de varios años retirado del panorama musical, ¿vuelve un Haze más maduro?
-Para saber eso hay que reparar en el título del disco: Barr10. Eso hace referencia a que hace diez años que saqué El precio de la fama y hemos querido hacer un paralelismo con ambos trabajos. Por ejemplo, en aquella portada juvenil salgo sin camiseta y en esta también, pero se ve madurez en la foto. En aquel álbum el single fue Libertad y, en esta ocasión, es En esta celda, donde vuelvo a ponerme un mono naranja de preso. Con eso queremos mostrar que es una maduración pero también una vuelta a los orígenes.
-Empezó con Crónicas del barrio y ahora regresa con Barr10, ¿hasta donde influye su barrio en su trabajo?
-Hace cuatro años que estoy con una mujer maravillosa del barrio y eso ha hecho que me acerque todavía más a él. Piso Los Pajaritos casi a diario y eso hace que quiera volver a contar historias sobre él, sobre el inicio de alguien que nunca se fue del barrio.
-¿Ser de Los Pajaritos imprime carácter?
-Yo tengo carácter y creo que en el mundo de la música he puesto nombre a mi barrio, aunque suene pretencioso. Pero lo cierto es que nadie ha ido reivindicando que es de Los Pajaritos y yo sí. Por eso mi carácter se viste de Los Pájaros y viceversa, como si fuera una especie de simbiosis.
-¿Qué hay de verdad y qué de leyenda alrededor de su barrio?
-Los Pajaritos, Las Candelarias o Madre de Dios son barrios obreros, de gente trabajadora. Mi barrio no es el Bronx de los años 80, pero tampoco es Los Remedios de los 2000. Es una zona de gente trabajadora en la que hay un poco de todo. Aunque por culpa de noticias sensacionalistas sólo se ve la cara fea. Las noticias bonitas ni venden ni interesan.
-Su álbum está marcado por las vivencias del barrio, pero asegura que la situación política actual ha influido en sus ganas de mandar una señal a la sociedad, ¿en qué se puede apreciar?
-La sociedad está constituida de una forma sencilla: están los poderosos arriba y los trabajadores y pobres abajo. Hay un poder opresor que castiga a esos que están abajo, además de una cultura basada únicamente en las apariencias. Hace falta transmitir unos valores que dejen ver que no hay que llevar una vida como la de Cristiano Ronaldo porque tampoco se es él y eso es complicado. Cuando lo más importante es poseer sin que realmente se pueda se genera frustración y eso muchas veces desemboca en delincuencia y drogadicción. Por eso yo intento poner mi granito de arena para cambiarlo.
-Su primer sencillo, En esta celda, se inspira en su experiencia carcelaria y en la de sus amistades, ¿podría tratarse también de una llamada de atención para aquellos que están en una zona peligrosa?
-La canción trata de ser un canto para aquellos que están allí, transmitirles que todavía hay esperanza y que les espera una vida mejor. También es una señal para los que están en el mal camino, una advertencia para que no sigan así porque van a terminar privados de libertad y eso es muy duro.
-¿A raíz de esa experiencia se dio cuenta de que tenía que cambiar su estilo de vida?
-Yo estuve preso en 1999, muy jovencito. Después de eso dejé de delinquir y para ello me sirvió la música, el deporte y el amor. Al final uno evoluciona y se da cuenta de que tiene talento y quiere aprovecharlo. Por ejemplo, un día pensé que me gustaba la idea de ser universitario, así que hice la prueba de acceso para mayores de 25 y me matriculé en Filología Hispánica porque me encanta leer y escribir.
-Dedicándose a la canción y a componer letras tiene sentido...
-La verdad es que sí. Además, me gusta imaginar a alguien con prejuicios que piense que no puedo leer a Góngora o a Lope de Vega. Es una forma de callarles un poco la boca y hacerles ver que no se puede tener opiniones preconcebidas.
-¿Se le daban bien los estudios?
-Sí. Sacaba muy buenas notas, hacía todos los trabajos y no faltaba un solo día a clase. Por eso digo que las apariencias engañan.
-Un joven humilde y al que la vida no siempre trató bien pero que consiguió licenciarse en Filología Hispánica, que realiza un máster en la Universidad de Sevilla y que busca una beca para hacer un doctorado en Estados Unidos. ¿Es usted un ejemplo a seguir?
-Podría serlo. Soy un joven con una carrera musical talentosa que tiene estudios y que quiere seguir dedicándose a eso. Además lo he llevado todo para delante, la carrera, las promociones y la grabación de un nuevo disco, porque cuando uno quiere algo no le pesa nada en absoluto.
-Imagino que se lo habrán preguntado alguna vez. ¿Dónde acaba Haze y empieza Sergio (su nombre de pila)?
-Antes no lo tenía diferenciado, pero ahora sí. Yo siempre había dicho que eran la misma persona y no es así. Sergio López es el licenciado en Filología Hispánica, con un máster en Estudios Americanos y el que pretende ser doctor en Literatura y Lengua Española y Haze es el fruto de unas experiencias en el barrio de Los Pajaritos que lo que pretende es darle voz a los sin voz. Pero, eso sí, cuando Sergio se enfada se convierte en Haze [risas].
-¿Qué queda en usted de aquel jovencito que cantaba "esos canis con las manos en el aire"?
-Lo mismo, sólo que con unos cuantos años más. De hecho, yo sigo cantando Potencia pa' tu carro o Gasolina, sangre y fuego con todo el cariño del mundo. Yo no podría renegar jamás de eso porque ha hecho que sea lo que soy.
-¿Se podría definir a Haze como un espíritu libre fiel a sus convicciones?
-Yo soy una persona con determinación y las cosas muy claras que se mueve por la pasión, pero al mismo tiempo cerebral y muy metódico. Se podría decir también que mi personaje es un luchador que no tiene miedo a nada y que hasta que no consigue lo que quiere no cesa en su empeño.
También te puede interesar
Lo último