Cultura

En la vasta región del (des)amor

Autor adaptado: Jean Cocteau. Dirección: Antonio Campos. Ayudante de dirección: Alicia Moruno. Espacio sonoro: Santi Martínez. Escenografía: Jose María Sánchez Rey. Diseño gráfico: Isa Díaz Lara Intérprete: Antonio Dechent. Fecha: Sábado 27 de abril. Lugar: CasaLa Teatro (Mercado de Triana, puestos 11 y 12). Aforo: Lleno.

Se cuenta que Cocteau le encargó un día a Klaus Kinski representar este famoso monólogo, y que el actor paseaba travestido por las calles durante los días de función. No le debía importar entonces mucho al dramaturgo, poeta, escritor y cineasta la identidad sexual de su protagonista, seguramente porque de lo que aquí se trata es del desgarro del amor, y ése no entiende de géneros (muy recomendable, en este sentido, la variación homoerótica que hace poco dirigía el portugués Guerra da Mata, O que arde cura). Nada que objetar, por lo tanto, a que sea nuestro Dechent quien deambule en pijama boxeando contra la soledad y la asfixia (fardos físicos y metafísicos que multiplican sus efectos al ser vividos desde las privilegiadas dimensiones de la singularísima CasaLa Teatro), agarrado al delirio de la comunicación pos ruptura, hilo intermitente, cable cruel y retorcido.

Con inteligencia escénica -las apreturas suelen aguzar el ingenio- Campos, Sánchez Rey y Dechent elevan sensorial y metafóricamente el texto a partir de tres espejos que, colocados estratégicamente, pautan el drama y lo explican, al tiempo que descuartizan al protagonista y devuelven la mirada al espectador. Y esto tiene mucho que ver con Cocteau, quien le regaló a su Orfeo la posibilidad de atravesar estas superficies que unen dimensiones, la vida con la muerte. Sin embargo, aquí el espejo no es la puerta líquida que atravesaba el poeta, sino la solidez reflectante que mide la claustrofobia, que nos señala la mentira de quien se desea otro y la verdad de su desnudez cuando caen las máscaras. El resto es Dechent, a quien hay que aplaudir que se exponga de esta manera, con uno de esos textos a los que se salta sin red.

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