Artes Escénicas

'La vida es sueño' o el arte como posesión

  • El británico Declan Donnellan y la Compañía Nacional de Teatro Clásico estrenan en el Lope de Vega, con las entradas agotadas, su versión de la obra de Calderón 

El equipo de 'La vida es sueño' posa con el alcalde de Sevilla y el director del Lope.

El equipo de 'La vida es sueño' posa con el alcalde de Sevilla y el director del Lope. / Juan Carlos Muñoz

En cuanto nombraron a Lluís Homar director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, en 2019, el actor llamó a su amigo Declan Donnellan, el dramaturgo y director inglés cuyo trabajo a cargo de la compañía Cheek by Jowl admiraba, para una colaboración. "Declan es un referente en España, en Europa, en el mundo", afirma Homar sobre un creador -y el tándem que forma con Nick Ormerod- que ha brindado al público y a sus compañeros de profesión "un aprendizaje, nos hemos vuelto locos con sus espectáculos. Las obras que Declan y Nick montan nos acompañarán siempre".

Aquella invitación se materializa ahora, tras una pandemia que alargó los plazos, en La vida es sueño, la coproducción de la CNTC, Cheek by Jowl y La Zona, que se estrena este fin de semana, de viernes a domingo y con las entradas agotadas, en el Lope de Vega de Sevilla. Una versión, escrita por Donellan y Ormerod y protagonizada por actores españoles, que relee a Calderón de la Barca desde la modernidad y el presente. "El teatro sólo puede ser contemporáneo. Olviden eso de que hay un teatro clásico y otro contemporáneo", dijo Homar a los protagonistas, "feliz no sólo como director de la CNTC, también lo está Lluís, el hombre que está tras el cargo". 

"El teatro sólo puede ser contemporáneo. Olviden eso de que hay un teatro clásico y otro contemporáneo", asegura Lluís Homar

Donnellan recordó divertido que ahora se cumplen 30 años de la primera visita al Lope de Vega con el National Theatre y su adaptación de Fuente Ovejuna, un desafío, el de revisar un clásico español en su tierra y para más inri en un teatro que llevaba el nombre del autor de la pieza, que contemplaban con verdadera inquietud. "En la obra nuestra directora de movimiento diseñó una especie de protoflamenco, y en el avión, cuando veníamos, le pregunté a Nick si se había dado cuenta de que íbamos a hacer algo de flamenco, que los sevillanos nos iban a perseguir con palos y a cazar", evoca entre risas.

Pero aquella función no registró ningún altercado. "Trabajábamos con actores muy diversos, y, por ejemplo, la actriz que hacía de la reina era negra. Pero nadie mencionó ese detalle, fue maravilloso", comenta el dramaturgo, que recuerda el silencio que siguió después de que se apagaran las luces. "Nick y yo nos miramos, como diciéndonos que la habíamos cagado, y de repente la gente rompió en palmas atronadoras, con ese ritmo que tienen aquí. Fue una de las noches más memorables que hemos vivido en 41 años de carrera". 

Otro momento de la presentación de la obra. Otro momento de la presentación de la obra.

Otro momento de la presentación de la obra. / Juan Carlos Muñoz

Donnellan, que inauguró la última edición de Hemos vivido por debajo de nuestras posibilidades y que ofrecerá el lunes una masterclass para profesionales de las artes escénicas de la ciudad, calificó como "genial" La vida es sueño, pero añadió que "no la entiendo del todo, y estoy seguro de que Calderón tampoco la entendía del todo. Al acercarme a ella siento que es una experiencia que intenta poseernos, como ocurre con cualquier obra de arte. Si la entiendes, no es arte. Me preocupa cuando los padres dicen que comprenden a sus hijos, la vida es más compleja que eso", analiza el director, que junto a Ormerod elige los textos "que golpean. Y lo digo con alegría: es un privilegio poder explorar estas obras con un grupo de jóvenes. Tengo clara una cosa: si una creación aguanta un siglo y otro, es que es buena. Calderón se pregunta por el sentido de la vida, pero sabe que es algo que no se puede encontrar en el supermercado, en una oferta de 3x2. No estoy siendo cínico, para mí el teatro es una comunión con el público, y eso es hermoso, pero ni Nick ni yo tenemos pretensiones mesiánicas", zanja Donnellan, contento por reencontrarse con Homar gracias a este encargo, tras una amistad labrada en "aburridísimos consejos en los que no nos portábamos siempre bien, mientras un joven director hablaba y hablaba sobre su proyecto y nosotros evitábamos dormirnos. Cuando Lluís nos llamó esta vez sabíamos que estábamos en buenas manos, y así ha sido".

"Calderón se pregunta por el sentido de la vida, pero sabe que eso no se encuentra en un supermercado", dice Donnellan

Tras el estreno absoluto en Sevilla, esta versión de La vida es sueño se representará durante los próximos meses en distintos teatros españoles, ya que "la Compañía Nacional de Teatro Clásico no es de Madrid sino de todas las ciudades", aclaró Homar, que desveló también que el montaje se verá en abril en el Barbican, en Londres, la sede de Cheek by Jowl. Para Carlos Forteza, que la andadura de esta coproducción arranque en Sevilla es "un nuevo hito" en la historia de complicidad que han mantenido el Lope y la CNTC "desde hace tres décadas, cuando Marsillach [creador de la institución en 1986] traía dos montajes cada temporada".      

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