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Artes escénicas

Una verbena (escénica) en la que pasan cosas

  • 'Hemos vivido por debajo de nuestras posibilidades' celebra una nueva edición

Uno de los trabajos presentados en 'Hemos vivido por debajo de nuestras posibilidades'.

Uno de los trabajos presentados en 'Hemos vivido por debajo de nuestras posibilidades'. / D. S.

Un día, David Montero quiso dejar atrás las lamentaciones y decidió pasar a la acción. "Cuando nos reuníamos la gente de la dramaturgia, y ahí incluyo a los coreógrafos, no podíamos evitarlo: siempre acabábamos quejándonos de lo mal que estaba la situación", recuerda Montero. "Pero esa protesta, si no salía de ahí, no servía de nada. Pensé entonces que había que crear espacios de encuentro para que, en la medida de lo posible, hiciéramos que pasaran cosas".

Con este propósito nació Hemos vivido por debajo de nuestras posibilidades, un foro de investigación de las artes escénicas que arrancó en 2018 y cuyas primeras ediciones "eran muy de guerrilla, empezamos incluso sin financiación ninguna, pero aquello funcionaba. Nos quedaba a todos la sensación de: Oye, este encuentro hacía falta". La cita halló después el respaldo de la Fundación SGAE y de AISGE, y esta semana se celebraba una nueva edición –tras cancelarse la de 2020 porque "el rollo on line no casaba con lo que hacemos"– con la productora LaSuite sumada al proyecto, y extendiendo la duración inicial de apenas un día a toda una semana. La ambición de "resituar a Sevilla en el mapa de la creación escénica contemporánea" no está reñida con el espíritu lúdico, la voluntad de jugar. La dinámica sigue siendo la misma: se les plantea un reto dramatúrgico, con unas reglas concretas, a compañías que se han formado por sorteo entre los asistentes al foro, que en 24 horas tienen que montar piezas de 15 minutos y presentarlas al público.

Más allá de esta llamativa premisa, sus responsables quieren que Hemos vivido... suponga también una oportunidad para la formación. Montero cree que "en los 90 y a principios de este siglo venía gente potente de dramaturgia a dar clases, pero hoy casi te tienes que ir a otras ciudades para estudiar", opina el autor de obras como La casa ardiendo o Si yo fuera madre. Este año, Celso Giménez, fundador con Violeta Gil de la compañía La Tristura, ha sido el profesional elegido y ha impartido un taller en el Cartuja Center CITE. "Lo que buscamos es un equilibrio entre traer a alguien de fuera y mostrar, al mismo tiempo, lo que se está moviendo, está pasando, aquí".

Antonio Álamo, Natalia Jiménez y Juan Luis Matilla han participado también en el encuentro, y la elección de estos tres referentes andaluces no ha sido casual: cada uno aborda el hecho escénico, resalta Montero, con una sensibilidad diferente. "Antonio, dentro de su apuesta por lo contemporáneo, coloca la palabra en el centro de su trabajo; Natalia tiene un pie en el movimiento y otro en la palabra; y Juan Luis desarrolla sobre todo un discurso coreográfico...", repasa Montero.

El pasado viernes, en la ESAD, los implicados en esta edición de Hemos vivido... presentaron sus propuestas y "nos gusta decir que fue una verbena lo que allí ocurrió. Se superaron las expectativas en la asistencia, se quedó gente fuera, y fue algo muy festivo. A veces se confunde la creación escénica contemporánea con hermetismo, con algo para iniciados, y no es así". Hoy, de nuevo, Montero se resiste a lamentarse, pese a la precariedad del sector, pese a que los montajes no tengan mucho recorrido más allá de la escena local, algo sobre lo que quieren reflexionar en próximas ediciones. "Hemos vivido por debajo de nuestras posibilidades porque cada creador ha hecho su camino en solitario. Pero hoy, sin embargo, veo algo distinto: un sentimiento de comunidad".

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