Análisis

josé Martínez Olmos

Día Mundial de la Salud

Los sistemas universales han creado también valor económico

Hoy se conmemora por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el Día Mundial de la Salud que cada año nos propone un lema y un objetivo de carácter internacional.

Este año el objetivo propuesto pretende reclamar la cobertura sanitaria universal para todas las personas, en cualquier lugar y en cualquier país bajo el lema "La salud para todos".

La verdad es que hay pocos objetivos sociales tan ambiciosos como este de acceder de manera universal al derecho a la salud. A estas alturas del siglo XXI de puede asegurar con la experiencia vivida en muchos países, que es una utopía maravillosa y posible. Es así porque se ha conseguido en muchos países y ha propiciado una mejora espectacular en la salud de las poblaciones que han tenido la fortuna de poder aprovechar este derecho universal.

Aunque el acceso universal sea aún un privilegio que afecta a un número limitado de países, es relevante señalar que donde es una realidad no es un factor de insostenibilidad ya que los gastos en Salud se mueven en esos países es en cifras que no se han desbordado aun cuando los gastos en salud tengan tendencias d crecimiento al alza que requieren un abordaje para evitar subidas inasumibles. Al reclamar cobertura sanitaria universal en todo el mundo no solo se hace una demanda de conquistar un derecho universal de ciudadanía, algo que ya de por sí es muy importante. Con esta reclamación se hace una demanda de más bienestar social y más eficiencia social en las inversiones de los Estados.

Porque hay que señalar que la experiencia de universalizar la sanidad en los países desarrollados ha permitido también canalizar recursos hacia la investigación y el avance científico. Ha contribuido de manera decisiva a una mejor salud y a disminuir de manera muy relevante las tasas de mortalidad de numerosas enfermedades. Ello ha mejorado la calidad de vida y la capacidad productiva de esos países.

Los sistemas universales han creado empleo e infraestructuras que aportan también valor económico. De hecho se sabe ya que cada euro invertido en salud genera al menos 4 euros de retorno haciendo que los recursos destinados a sistemas sanitarios universales puedan considerarse una inversión rentable desde todos los puntos de vista.

Defiendo que la salud es un derecho del que deben beneficiarse todas las personas sin distinción de ningún tipo y somos conocedores de que donde es efectivo este derecho universal, la dignidad de las personas, la salud individual, la salud colectiva y la cohesión de la sociedad se benefician de dicho derecho con un esfuerzo presupuestario bastante eficiente. Los sistemas sanitarios universales son más eficientes y generan más salud y más equidad que aquellos que no tienen recibido este derecho de manera universal.

Coincido con la OMS en su demanda a los líderes mundiales para que respeten los compromisos que contrajeron cuando acordaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2015, y que se comprometan a adoptar medidas concretas para promover la salud de todas las personas. Ello significa garantizar que todas las personas, en cualquier lugar, puedan tener acceso a servicios de salud esenciales y de calidad sin tener que pasar apuros económicos.

Hoy tenemos otra ocasión justificada para reclamar la inmediata derogación de Real Decreto Ley 16/2012 atendiendo al lema de este Día Mundial de la Salud.

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