La estanflación ya está aquí. Un elefante en la habitación que Pedro Sánchez y Nadia Calviño se niegan a ver. Según Eurostat, el estancamiento ya es una realidad en Europa. La inflación se muestra indomable alcanzando cotas no vistas desde la estanflación de los años 70. La inflación (IPCA) de los países bálticos es enorme: Estonia 22,4%, Lituania 22% y Letonia 21,84%. Resulta insólita la inflación de dos dígitos de los países centrales de la Eurozona: Alemania 11,6%, Italia 12,8%, Bélgica 13,6% y Países Bajos 16,8%. La de España es una de las más reducidas, el 7,3%, gracias a su menor dependencia del gas ruso y a la excepción Ibérica. No obstante, la inflación subyacente, sin energía y alimentos frescos, es del 6,2, superior al 5% de media de la Eurozona. La inflación de la Eurozona alcanza el 10,7%, la más alta desde su nacimiento.

Simultáneamente, la Eurozona está entrando en una fase de estancamiento con un crecimiento trimestral del 0,2%. Entrará en contracción en el cuarto trimestre de 2022 y primer trimestre de 2023. España no es una excepción. El optimismo de Nadia Calviño afirmando que España es el país de la Eurozona que más crece, es injustificado. Se le olvida decir que fue el país cuyo PIB más cayó en la pandemia (-10,8%), y que será de los últimos, no antes de 2024, en recuperar los niveles de PIB de 2019. Tampoco es cierto que sea la que más crece. El crecimiento en el último trimestre del PIB de España ha sido del 0,2%, inferior al 0,5% de Italia o al 0,3% de Alemania. La previsión del Banco de España, de la AIReF y del Servicio de Estudios del BBVA es que España entrará en recesión técnica, dos trimestres con crecimiento negativo, en el cuarto trimestre de 2022 y primer trimestre de 2023. La estanflación se habrá instalado en España y en toda la UE.

La tasa de inflación, aunque declinando, se mantendrá alta durante 2023. Aunque pierda fuerza el impacto del precio de la energía, las materias primas y los alimentos, la inflación subyacente será difícil de doblegar. Los efectos de segunda ronda, hasta ahora contenidos, se aceleran. La espiral precios-salarios se intensifica. Desde el mes de marzo se ha triplicado el número de empresas que han acordado mejoras salariales del 5%. A día de hoy más de 220.000 empresas españolas aplicarán una subida que duplica el aumento medio del 2,61% pactado en los convenios firmados hasta el mes de septiembre. Tendencia que se intensificará. Los sindicatos han convocado una manifestación mañana jueves para presionar a la CEOE a que introduzca cláusulas de salvaguardia que garanticen el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios. La CEOE se opone a la indexación automática de los salarios con la inflación. El Banco de España y otros organismos internacionales alertan de los riesgos de la indexación, que convertiría la inflación en estructural. Abogan por un pacto de rentas que garantice un reparto justo de una pérdida cierta entre todos los agentes económicos: trabajadores, empresarios y pensionistas. Pacto al que inevitablemente se llegará, aunque todavía quizás sea pronto y tenga que empeorar todavía más el escenario de recesión y paro.