La ventana
Luis Carlos Peris
El Rey, en su rol de oasis
Antier en La Línea afloraron estampas corrientes en el fútbol veraniego de cuando entonces. Era un fútbol en el que se acumulaba suficiente dinamita como para que una sola chispa provocase una tremenda deflagración. Y eran tantas las trifulcas en ese tiempo de total relajación disciplinaria que la Federación Española tomó la determinación de castigar a los infractores con unas sanciones temporales. Y una de esas sanciones temporales fue el origen de la grave lesión sufrida por Enrique Montero en el Trofeo Carranza, pero esa es una historia tan archisabida que pasémosla por alto.
Y antier surgió en el Betis-Como una de esas reyertas que parecían olvidadas para hacernos recordar las muchas y tumultuarias que recordamos. La primera que nos viene a la sesera es la de un Sevilla-Independiente en Nervión entre los hermanos Varacka y Marcelo Campanal que acabó como el rosario de la aurora. Otra memorable fue en Heliópolis con Luis del Sol enarbolando el banderín de córner rodeado de gigantescos negros de Vasco de Gama.
Habitualmente había equipos sudamericanos en liza, especialmente brasileños, argentinos y uruguayos, que daban rienda suelta a sus enfados sabedores de la impunidad ante la falta de castigo. Por todo ello surgieron a finales de los setenta las sanciones temporales y ahora hay que congratularse por aquella abolición, pues a ver con cuántos jugadores podrían iniciar sus Ligas Betis y Como.
También te puede interesar
Lo último