Alta Costura 2012. Debacle de Dior

DICEN que lo bueno suele hacerse esperar. Probablemente estén en lo cierto. El problema muchas veces llega cuando lo esperado y presumiblemente bueno se convierte en algo que no lo es tanto. Algo parecido ha sucedido durante la recientemente clausurada Semana de la Alta Costura de París.

A pesar de la coyuntura económica, las firmas no renuncian al gran escaparate de la Semana Couture, como la llaman los franceses. Y es que, más que las ventas, los desfiles de Alta Costura se convierten en un macro-acto de relaciones públicas en los que, el cada día más escaso elenco de diseñadores, o couturiers como se diría a la francesa, busca reafirmarse ante el gran público, aunque solo sea por la cobertura mediática, más que por el escasísimo número de asistentes a los desfiles.

En su edición para el próximo otoño invierno 2012, las colecciones de costura no han dejado a nadie indiferente: estreno por todo lo alto de Giambattista Valli con un soberbio ejercicio de, como reza el presente espacio, Savoir Faire; zapatos con luces y una puesta en escena que consiguió salvar la poco novedosa colección de Chanel, maravillosas y delicadas princesas del Imperio Ruso en Valentino y desastre en Dior. Y es que la marcha de Jhon Galliano de la firma francesa, le está costando muy caro a la maison. En ausencia de director creativo, la propuesta de costura 2012 es absolutamente inadmisible.. Sin línea creativa fija, el desfile se convirtió en una autentica sucesión de despropósitos que consiguió que aquello de agudizar el ingenio en tiempos de crisis quedara muy lejos de lo que se vio sobre la pasarela y mientras ya hay lenguas viperinas que han anunciado la debacle de la casa, esperemos que la marca de Monsieur Dior salga del coma profundo en el que está inmersa, o al menos, acuda a rehabilitación.