CÓMO es que no tiene Iniesta dos Balones de Oro?, se preguntaba José Antonio Camacho en el enésimo servicio en bandeja tras un recital de patinaje artístico ante los checos. Pues por la misma razón que no lo tiene Xavi o se le negó a Amancio y Pirri en su día. Y la razón es por la alternancia de dos colosos como Messi y Cristiano a la hora de ser adjudicado el preciado galardón. Y esto no es nuevo, sino que tiene la misma vida que el galardón.

Sólo hay que recordar la cantidad de grandiosos futbolistas que se quedaron sin el galardón por culpa de Di Stéfano. Y no digamos los que nunca lo consiguieron por culpa de Cruyff o de Platini. No hay ahí paraísos compartidos y la verdad es que Iniesta está pidiendo a gritos un reconocimiento de ese calibre. Su recital ante Chequia no fue nada más que la repetición de tantas y tantas exhibiciones con que nos obsequia en la selección y a diario con el Barcelona.

Algunos nos temíamos que el manchego bajase de nivel por la ausencia de esa memorable aguja de marear que fue Xavi. Y resulta que sin jugar Xavi está logrando que la ausencia del egarense sea menos traumática. No es el regista que fue Xavi, pero su nivel de responsabilidad para sacar al equipo de los rincones más intrincados combinado con su capacidad de desborde y su clarividencia para el último pase nos da ese resultado, ¿por qué no tiene ya dos Balones de Oro?

Entre la descomunal pareja que forman Sergio y Piqué más ese contrafuerte infalible que es Busquets, lo que logre España en Francia saldrá de lo que hagan esos e Iniesta. Servidor de Dios y de usted era muy pesimista tras el adiós de Xavi. Iniesta era un complemento de lujo que nunca, según creíamos, podría relevar a su colega, pero hete aquí que el monumental actor secundario se ha convertido en protagonista principalísimo, tanto que de ahí la pregunta de Camacho.