LLEGA mañana, por fin, la exitosa serie de la BBC que revolucionó el panorama televisivo en cuanto a adaptaciones se refiere. El mítico detective creado por Arthur Conan Doyle ha estado ausente durante dos años, dejando en vilo a muchos seguidores que ansían conocer el paradero de Holmes y el devenir de los acontecimientos. Tras su contundente regreso en el Reino Unido, Sherlock vuelve a reencontrarse en TNT España con una tercera temporada acompañada de magníficas actuaciones y un exquisito guión.

Este drama detectivesco supo abrirse hueco y obtuvo excelentes críticas. La serie es divertida y brillante, salpicada por unos diálogos inteligentes que le asignan un espíritu dinámico y vibrante. El argumento, lleno de acción y suspense, trae consigo unos escenarios que dibujan una Londres estilizada y moderna. El atrezo revela las dos caras de la City londinense: la riqueza y la miseria.

La mezcla es atrevida. Seriedad, velocidad y humor patentes en una pareja que evoluciona sin maniqueísmos. Todos estos elementos se combinan para ofrecer una suculenta obra maestra audiovisual. Tal vez se ha visto empañada un poco por las aventuras que viven los protagonistas, ya que algunas pecan de poca originalidad y parece como si constituyeran un fondo para destacar las conclusiones a las que llega.

El Sherlock Holmes moderno infunde simpatía porque se asemeja al arquetipo de antihéroe, muy cultivado en House por su cinismo e inteligencia. Tres capítulos por temporada con una duración de hora y media que eleva la pieza a la categoría de película seriada. Se aprovecha muy bien la introspección del personaje y se explican, con todo lujo de detalles, los procesos deductivos del detective a medida que se van desarrollando con un toque sugerente; poder adelantarnos a los acontecimientos.

El reparto se centra en los dos míticos personajes: Holmes y Watson, todo un prodigio de la interpretación. Benedict Cumberbatch (Sherlock) y Martin Freeman (Watson) dotan de frescura a sus personajes sin violar la imagen de cada uno, al contrario, el toque personal es algo que agradece la serie porque se llena de credibilidad. El primer episodio de la tercera temporada arrancó (en la BBC) con fuerza y deja claro qué ha sucedido en un lapso de tiempo de dos años. Un capítulo que va directo al corazón de los fans y que no olvida el humor y la genialidad.

Mañana tenemos un caso que resolver junto con Sherlock; y es averiguar qué ha pasado desde que el final de la segunda temporada nos dejara con la boca abierta. El detective más famoso de la historia vuelve sin lupa, pero con el humor cínico y el ingenio de una trama que empapa a Holmes.