La crónica económica

Joaquín Aurioles

Fusiones de altura

EL sector aéreo está en proceso de reestructuración en todo el mundo. El caso más importante es el que se desarrolla en torno a Delta, que seguramente terminará fusionándose con Northwest para formar la principal compañía aérea del mundo. Se quedaría en el intento otro de los grandes gigantes, United Airlines, con la que también Delta mantiene contactos, pero sobre la que se especula acerca de una posible fusión con Continental. El resultado sería otro número uno, puesto que en la actualidad ocupan el segundo y cuarto lugar del ranking mundial en número de pasajeros transportados. Lo que llama la atención es que todas ellas estaban, junto con American Airlines, la líder en estos momentos, intentando superar la crisis en que se encontraban hace tan sólo unos años. La situación ha cambiado radicalmente, a pesar del precio de la gasolina y de la crisis de consumo a la que se enfrenta la economía norteamericana.

En Europa la situación es parecida. Tras la unión entre Air France y KLM en 2003 parece confirmarse el antiguo pronóstico de reducción del sector a las tres grandes alianzas: Oneworld, de Iberia y British Airways; Sky Team, de Air France-KLM y Alitalia; y Star Alliance, de Lufthansa y SAS. El proceso, sin embargo, no termina de despegar y aproximarse a Alitalia sigue resultando una aventura, especialmente en periodo electoral y con Berlusconi como uno de los candidatos con más posibilidades, a pesar de que la situación de la compañía es inaguantable. También las relaciones entre Iberia y British Airways permanecen congeladas, aunque la compañía británica ha incrementado recientemente su participación en la primera hasta el 13%, lo que dificulta significativamente una aproximación con posibilidades por parte del consorcio franco-holandés o de Lufthansa para hacerse con un control significativo de Iberia. También hay movimientos en el segmento de low cost, donde las belgas Virgin y SN Brussels, el rescoldo de la antigua Sabena, acaban de finalizar su proceso de integración, pero donde también ha fracasado, por oposición de la comisaria de la Competencia, el intento de la irlandesa Ryanair de adquirir a su paisana Air Lingus.

En España se rumorea que Iberia podría estar pensando en hacerse con Spanair, tras el anuncio de retirada de SAS, su actual propietaria. En el sector se teme que Iberia utilice a Spanair en una nueva estrategia de penetración en el segmento de bajo coste, tras su difícil experiencia con Clickair, con base en Cataluña, y aprovechando que esta compañía y la catalana Vueling andan también estos días negociado su posible fusión. Como es lógico, el Gobierno catalán no pierde de vista estos movimientos, puesto que una compañía aérea de primera fila con base en el aeropuerto de El Prat es una de las piezas fundamentales en la estrategia de proyección internacional de Cataluña. También se habló hace algún tiempo de la posibilidad de una compañía aérea andaluza, aunque el interés parece haber decaído en los últimos tiempos. Quizás no sea el momento más adecuado para volver a plantearlo, aunque siempre conviene recordar que las mejores capturas se producen cuando el río anda revuelto.

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