QUIZÁ la mayor parte de culpa del horrendo insulto que es acusar de absentismo laboral al bracero andaluz venga del personaje que así se ha manifestado. No se puede acusar generalizando desde lo alto de un caballo, lugar desde el que se maneja desde que vio la primera luz el hijo menor de Cayetana Alba. Las cosas se pueden decir de muchas maneras y, sin duda alguna, que la subvención sea el modus vivendi no es el adecuado para que una sociedad prospere, eso es tal que así. Ocurre, sin embargo, que hay un millón de andaluces que están parados y me imagino que muchísimos de ellos lo estarán contra su voluntad y por la falta de iniciativa empresarial en la inmensa mayoría de los casos. Seguro que el subsidio favorece el absentismo en algún caso, pero es injusta la generalización, sobre todo si viene de parte de uno que si se baja del caballo estará en trance de perder la antigüedad.