EL Íbex 35 cerró ayer con una caída del 2,25%, la mayor en más de dos meses, y se situó por debajo de la cota psicológica de los 10.200 enteros (10.144) en una jornada en la que Repsol, la banca y las constructoras sufrieron fuertes caídas. De este modo, el selectivo vuelve a pérdidas anuales y recorta un 1,3% desde el cierre de 2014.

En el tropiezo de la Bolsa jugó un papel importante la bajada del precio del barril de petróleo Brent a 44,5 dólares (precio de agosto pasado) por el aumento de la producción de crudo estadounidense, y la mala apertura de Wall Street, afectada por declaraciones contradictorias sobre la subida de los tipos de interés de miembros de la Reserva Federal.

En el mercado de deuda, la prima de riesgo se colocaba en 123,31 puntos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 1,835%. Mientras, en el mercado de divisas, el euro se intercambiaba a 1,0754 dólares.

Repsol encabezó el ranking de pérdidas con un recorte del 7,2%, hasta los 11,23 euros, después de presentar un resultado neto de 832 millones de euros durante los nueve primeros meses del año, lo que supone un descenso del 49,5% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, afectado por la caída del crudo.

ArcelorMittal le acompañó en las caídas con un retroceso del 6,2%, seguido de Sacyr (-5,5%) y Abengoa (-5,22%). Los bancos tampoco consiguieron mantener el tipo y registraron pérdidas superiores al 3% en el caso de Santander (-3,67%) y BBVA (-3,6%).

Tan sólo Endesa, que ganó un 0,27%, y Amadeus (+0,26%) lograron mantenerse en números verdes.

Los blue chips también se adentraron en pérdidas capitaneados por Repsol, Santander y BBVA. Telefónica cedió un 1,97%, Inditex un 1,4%, Endesa un 0,27% e Iberdrola un 0,21%. De este modo, el Íbex se colocó a la cabeza de las pérdidas en Europa, por delante de París (-1,78%), Londres (-1,71%) y Fráncfort (-0,9%).