EL Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobó el pasado martes el anteproyecto de ley de mecenazgo, una norma autonómica que busca impulsar el consumo cultural en la comunidad, que ha descendido, según la propia Administración, un 22,7% por efecto de la crisis y por la aplicación a los espectáculos y artículos relacionados con la cultura del tipo máximo del IVA (el 21%, cuando antes se aplicaba el 8%). La ley, según el propio anteproyecto, busca superar el modelo que hace depender la financiación de la cultura exclusivamente de las ayudas públicas e instaurar un nuevo marco que favorezca una estrategia de acción conjunta público-privada. Se trata, añade, de establecer un mayor equilibrio entre los ámbitos público y privado que lejos de excluirse deben complementarse, de replantear los mecanismos de fomento de la cultura y su puesta en valor social, pero sin renunciar a seguir desarrollándola desde la acción pública. Para incentivar el consumo de cultura, la ley prevé una desgravación del 15% en el tramo autonómico del IRPF, con un límite máximo de 240 euros, aunque sólo para contribuyentes que tengan hasta 45.000 euros brutos de renta individual o 55.000 euros si es conjunta. Se trata de una medida pionera y acertada que la Administración asume que reducirá la recaudación aunque espera que se compense con la creación de riqueza y empleo que esta ayuda pueda generar en el sector. Además de la novedosa desgravación fiscal por consumo de cultura, la norma -que se prevé que pueda ser aprobada por la Cámara en marzo del año próximo- plantea también el alquiler de espacios en instituciones culturales gestionadas por la autonomía. La ley permitirá arrendar bibliotecas, museos, centros de documentación o conjuntos culturales "para la realización de actividades culturales, institucionales, sociales o similares" mediante el pago de tasas que se fijarán en función del uso del espacio y el tiempo que se ocupen. Además de estas medidas económicas también fija otras administrativas, como la gestión descentralizada de los fondos donados a entidades públicas para actividades o proyectos culturales o la creación del Registro Andaluz de Colaboración Cultural, como instrumento público para facilitar la colaboración entre personas o entidades benefactoras y beneficiarias. Cuando se tramite como Proyecto de Ley en el Parlamento de Andalucía, el texto podrá ser mejorado por los grupos con representación, pero la base que se enviará a la Cámara es lo suficientemente positiva como para solicitar al conjunto de los partidos que apoyen una norma que puede contribuir a paliar el importante descenso de consumo que el menor gasto del ciudadano y el incremento de precios que la mayor fiscalidad ha generado.

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