UN edificio fabril en la calle Torneo, obra de Aníbal González pero en clave modernista más que regionalista, es la sede central de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA), organismo de la Junta. En su dirección de Infraestructuras y Espacios Productivos tienen desde hace seis meses un fichaje que pone los pelos de punta: Antonio Lopera López, destituido como gerente de IDEA en Granada al ser denunciado por los 26 empleados por su inaceptable y humillante estilo como dirigente de un equipo de profesionales. Tras constatar la veracidad de la denuncia, con profusión de ejemplos de sus chulerías, abusos de poder y amenazas ("Que te enteres de que lo he puesto en conocimiento del partido, aquí se hace lo que manda mi polla" y otras muchas lindezas), la cúpula de la Consejería de Innovación no lo ha despedido, como hubiera sucedido en cualquier empresa privada, sino que lo degradado a técnico y lo ha trasladado tres años a Sevilla con una rebaja del 15 % del sueldo. Qué regalito le han endosado a los trabajadores de IDEA en Sevilla. Vaya referente para ser competitivos.

¿Cuáles son los méritos de Lopera para protagonizar la innovación y el desarrollo de Andalucía? Ser esposo de Mercedes González, secretaria de Organización del PSOE de Granada, y antiguo concejal del Ayuntamiento de Loja. En la Agencia IDEA lo colocaron del tirón como cargo de libre designación, sin pagar ningún proceso concursal. Sin embargo, cuando las cosas vienen mal dadas, le aplican un tipo de sanción laboral propio de un trabajador de convenio. Lo importante es que siga bajo el paraguas presupuestario de la Junta y teniendo una nómina de financiación autonómica. 50.000 euros cobra ahora al año. No vaya a ser que tenga que echarse a la calle y competir en el mercado privado por un puesto de trabajo con miles de andaluces mejor preparados y más educados, que ganan muchos menos euros que él.