SEVILLA vivió ayer uno de esos días que marcan un antes y un después, por la inauguración de la línea 1 del Metro tras 34 años de espera, el periodo de tiempo transcurrido desde la aprobación de la ley de 1975, equivalente a dos generaciones de sevillanos. Tal como dijimos, pasadas ya las vicisitudes de las obras, ahora es el momento de disfrutar de este ecológico medio de transporte que, según las previsiones, podría dar servicio a 14,5 millones de usuarios anualmente, a un promedio de unos 40.000 diarios. Pero ni la ciudad ni las administraciones públicas pueden caer en la autocomplacencia y pensar que hay un amplio margen de maniobra antes de abordar nuevos trabajos. Al contrario: no hay tiempo que perder, porque desde ayer la línea 1 ya es historia y Sevilla debe plantearse nuevos retos de futuro, como la ampliación de esta infraestructura vital. Nos congratulamos de que el presidente de la Junta, Manuel Chaves, se comprometiera ayer públicamente a completar la Red del Metro hispalense, diseñada en principio con cuatro líneas. Si ha sido un acierto la extensión del suburbano hacia el Aljarafe, por una parte, y hacia el sur (Dos Hermanas y Alcalá de Guadaíra) por otra, ahora sería un error dilatar en el tiempo el inicio de las obras de las restantes líneas, ya que la 1 se limita a bordear el casco antiguo sin penetrarlo. Tal como ha dicho Monteseirín, no se puede perder el ritmo; hay que multiplicar la longitud del Metro y acercarlo a muchos otros barrios de la ciudad. Si, conforme a las palabras de Chaves, esta línea 1 es "la columna vertebral" sobre la que pivotará todo el sistema de transporte metropolitano, continuando con la metáfora orgánica, a esa columna le faltan aún las costillas para poder armar por completo la caja torácica. Confiamos en que no habrá que volver a medir el tiempo en generaciones de sevillanos para ver hechas realidad las restantes líneas, y también en que la crisis económica no sea obstáculo, sino al contrario, acicate, para completar una red avanzada y en su mayor parte subterránea, como por definición corresponde a un Metro y como pidió en su día el alcalde al hablar en nombre de la ciudad. Al fin y al cabo, Chaves ha dicho que "se ha dejado definitivamente atrás el tiempo de los imposibles y el de las ilusiones frustradas".