Con todo el boato y la solemnidad requeridas. Sevilla celebró esta semana el 774 aniversario de la Toma de la Ciudad por parte del rey Fernando III de Castilla. La procesión contó con la novedad de la participación por primera vez de Antonio Muñoz como alcalde portando la Lobera. El primer edil se estrenó así en una de las celebraciones más solemnes y clásicas de la ciudad. Por cierto, lo hizo con una mano magullada debido a un percance que ha tenido recientemente. A punto de cumplir un año en el cargo, el primer edil socialista completa el calendario anual de rituales con un claro objetivo: volver a portar el año que viene la espada de San Fernando el 23 de noviembre.