RECONOZCO que al principio me resultó chocante ver una cofradía sin pasos en la calle, pero según avanzaba la noche me pareció excelsa la contemplación de una cofradía arropando una reliquia. No era una reliquia cualquiera, nada que ver con el brazo incorrupto de Santa Teresa que tanto juego dio en su tiempo de negruras ni similar; era uno de los titulares de la austera cofradía de la calle Jesús, que tan titular es el Lignum Crucis como el Cristo o Nuestra Señora de las Tristezas, dos pasos. Se trataba de hacer penitencia y buena penitencia fue la que hicieron los negros nazarenos de la Vera-Cruz en noche tan desagradable. Lo peor de todo, o lo más triste, fue la falta de tirón popular que tuvo decisión tan sublime, pero hay que aplaudir la decisión de la antiquísima hermandad de los Baños de la Reina Mora por preservar a sus imágenes y por cumplir con lo prometido, hacer estación de penitencia a la S.I.C.