ESPAÑA está pendiente de la decisión final del PSOE sobre su apoyo o no a la formación de un Gobierno liderado por Mariano Rajoy, el ganador de las pasadas elecciones. Hasta ahora, el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, y los órganos del partido se han opuesto frontalmente a cualquier posibilidad de apoyar a un hipotético Ejecutivo del PP, pero apenas se puede ocultar que hay un debate interno al respecto dentro de la formación socialdemócrata. Pesos pesados del socialismo histórico, como Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero, ya han salido a la palestra para pedir abiertamente que se facilite la formación de Gobierno al centroderecha o, al menos, se dialogue más en profundidad sobre esta posibilidad. Sin embargo, los actuales dirigentes del PSOE, con Pedro Sánchez a la cabeza, se han enrocado en una negativa tajante sin que, a cambio, se expongan alternativas viables.

Lo que se le exige al PSOE es complejo y difícil de asumir: facilitar la creación de un Gobierno y al mismo tiempo convertirse en su alternativa. Sin embargo, es el momento de que el Partido Socialista vuelva a hacer gala de su condición de pilar básico de la democracia española. Si Sánchez quiere demostrar a los españoles que es un hombre de Estado capacitado para asumir la Presidencia en un futuro quizás no muy lejano, debería empezar por superar sus prejuicios políticos y garantizar la gobernabilidad del país, aunque sea a costa de darle el poder a su adversario. España necesita urgentemente un Gobierno y el único legitimado para formarlo es Rajoy. Cualquiera de las otras dos alternativas, unas terceras elecciones generales o un Gobierno de izquierdas con apoyo y presencia de Podemos, son altamente lesivas para la estabilidad política, institucional y económica del país. Si el PSOE no lo facilita estará traicionando su propio papel en la historia reciente de España y terminará pagándolo en las urnas. Si Pedro Sánchez no es capaz de comprender esto es señal de que le ha llegado el momento de dar un paso atrás en la política nacional.