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DERBI Horario y dónde ver el Betis-Sevilla

PASA LA VIDA

Juan Luis Pavón

Penitencia o Resurrección en Heliópolis

LO del Betis es una Bofetá de Martes Santo, una Lanzada de Miércoles Santo y una Quinta Angustia de Jueves Santo. Heliópolis es calvario de botellazos. Primera estación del via crucis: febrero de 2007. Segunda estación: marzo de 2008. Eviten la tercera en abril de 2009. Sería la crucifixión del sentimiento verdiblanco.

El fútbol es un montaje de hipocresía y agravios que sólo aplica la severidad a los clubes menos poderosos. Pero la puntería de los violentos béticos da pretextos para cebarse con un club que antes era en toda España sinónimo de simpatía y con Lopera es una destilería de mala leche. Tampoco pueden sacar pecho los sevillistas, afectados también por el mal de los cabras locas que gangrena la celebración del fútbol como una fiesta en paz. Como recordaba ayer un lector en nuestro periódico digital, "muchos padres evitamos pasar junto al estadio del Sevilla y el centro comercial aledaño en los días de partido. Mi hija se llevó una pedrada, dirigida contra el autocar del Celta y lanzada por un niño de 12 años".

En la Federación Sevillana de Fútbol están muy preocupados por el auge de la violencia en los partidos de cadetes y juveniles, protagonizada tanto por los niños que compiten como por sus entornos. Es un problema general de educación y civismo, que en el fútbol se agudiza porque no lo asocian a los valores del deporte.

Ya que la penitencia establece para el beticismo una carrera oficial de Heliópolis a la Cartuja, y está en el punto de mira del balompié patrio, es la hora de que desde los foros de su afición y desde su directiva se pongan en marcha iniciativas innovadoras para reinventar el manquepierda y toda la parafernalia que rodea a los 90 minutos de juego. Por ejemplo, en lugar de ceder el protagonismo a los grupos ultras para que capitalicen la pasión propia y la relación con la afición del rival, es factible sistematizar jornada a jornada, dentro y fuera de los estadios, la confraternización, hermanamiento e intercambio de presentes entre peñas sensatas del Betis y las similares de los demás clubes de Primera. Y no hacer eso a escondidas, sino implicando en ello a los medios de comunicación, derbis incluidos.

Otras muchas iniciativas (con futbolistas en activo o retirados) pueden devolverle su valor a la palabra encuentro. Será entonces cuando los iracundos y los cobardes dejen de ir al fútbol, porque ya no será un territorio donde puedan desahogar sus miserias.

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