C UALQUIER excusa vale. Black Friday, Cyber Monday, Mid Season Sales y cualquier otro nombrecito inglés que se haya acuñado a jornadas de descuentos fuera de temporada de rebajas, se lo han adjudicado los comercios en España para tratar de dar salida a la cantidad de prendas invernales que siguen en sus percheros. Ya no saben que inventar para que compremos abrigos. El veroño ha sido un maravilloso epílogo de la época estival, pero ha hecho que no se vendan y que lleguen prácticamente a diciembre colgados tanto de las tiendas como de nuestros armarios. Y ahora que parece que hay que comenzar a abrigarse de verdad… ¿qué me pongo? Hay cuatro fundamentales para resguardase del frio este invierno.

Sin duda el rey de la temporada es el chaquetón tipo plumífero. La tendencia deportiva ha encumbrado esta prenda de abrigo que (¡gracias a Dios por fin una tendencia con sentido!) resulta que abriga. Y mucho. No importa el efecto 'muñeco Michelín' cuando se está tan calentito.

Por otro lado, la omnipresente parka de capucha peluda se mantiene tras muchas temporadas como básico de armario tanto femenino como masculino. ¿Cómo hacer que sea diferente? Poniéndole un forro de borrego o de algún color llamativo; naranja, por ejemplo. También el abrigo beige se queda desde su boom el año pasado. La vuelta de tuerca en este caso es apostar por el modelo batín, sin botones y con cinturón anudado no demasiado ceñido.

La nueva incorporación a los básicos abrigados es el coatigan (¡como nos gustan los anglicismos!): una mezcla entre coat (abrigo), y cardigan (chaqueta de punto). Es decir, un abrigo de punto que sienta fenomenal en color gris. El gesto cool es atreverse a llevarlo largo, a la altura del gemelo o incluso hasta el tobillo.

Algo que todas estas prendas de abrigo tienen en común: cuantos menos botones, mejor. Igual que los Iphone. La simplicidad de líneas en la tecnología también impera en la moda. Y es que todas las tendencias se cruzan. Gracias Steve Jobs por hacer que todo tenga cremallera.