José Rodríguez de la Borbolla
La reforma de los Estatutos de Autonomía
San Lorenzo como cuenca receptora del gozo que va a vivir Sevilla en la vuelta del Señor. Rematada ayer la inmensa labor de evangelización y arraigo en zonas que sufren la mayor tasa de desamparo conocido en el primer mundo, el Señor vuelve a casa y Sevilla se volcará en San Lorenzo desde que entre por la calle que lleva su nombre, visite al arzobispo Juan José en su casa de Becas, pase por San Antonio y llegue a ese rompeolas de sensaciones gozosas que en este sábado será su plaza. Aquel sentimiento de orfandad por su marcha hace ya tres semanas se vio compensado con la alegría de ver que su misión, ese su nomadeo evangelizador, había repercutido en lo más hondo de esos Tres Barrios que con tanto cariño los han hospedado. Ojalá el Señor posibilite que la semilla esparcida haya caído en tierra fértil para que germine y todo se dé por bien empleado.
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