La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Reverencias a Torra

Entra en la estrategia de Sánchez que su asesor de cabecera le haga a Torra un 'plongeon' o reverencia

Tienen a gala los sanchistas no hacer el saludo protocolario al Rey. Sus socios podemitas que prometían guillotinas, pasan ante él como fuera un poste de la luz. Y de los apoyos que han hecho posible el actual Gobierno, poco cabe esperar. Basta recordar el manifiesto "No tenemos rey. Democracia, libertad y repúblicas" que leyó Rufián en nombre de los muy independentistas, soberanistas y republicanos partidos de campanario y aldea vascos, gallegos y catalanes, en el que entre otras inexactitudes y embustes se decía que la Monarquía española no les representaba y rechazaban "una institución anacrónica heredera del franquismo". Inexactitudes y embustes porque sí tienen Rey y han de j… aceptándolo por convicción democrática tanto como muchos de nosotros nos j… aceptando que tipos así sean diputados. ¿Herencia franquista? No. La Constitución que proponía que "la forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria" fue refrendada por el 91,81 de los votantes -catalanes incluidos- el 6 de diciembre de 1978.

En fin, no ha de extrañar que al partido mucho más sanchista que socialista, a sus socios de Gobierno podemitas y comunistas, y a sus apoyos anticonstitucionales y separatistas no les vaya lo de respetar el protocolo. O incluso que se ausenten de los actos oficiales presididos por el Rey para discursear negando los principios constitucionales. Puede valer. Podemos vivir con esto porque aguantarlo forma parte de la vida democrática, con los únicos límites que las leyes marcan (esa ley que, según dijo Sánchez, "por sí sola no basta"). Y tampoco es que uno sea partidario del plongeon o reverencia exagerada. Bastaría una leve inclinación en señal de respeto a lo que el Rey representa. Como la que Iván Redondo hizo a Torra.

Entra en la lógica del pelotilleo de Sánchez a Torra que su asesor de cabecera le haga a Torra una inclinación de cabeza que casi roza el plongeon o la reverencia cortesana. Si aún no las han visto, no se pierdan las imágenes de Redondo haciéndole a Torra la reverencia de protocolo real que los socios Sánchez-podemitas niegan al Rey. A ese Torra que, cuestiones más graves aparte, chulea al ciudadano Sánchez (lo que me importa un pimiento) y al presidente del Gobierno de España (lo que me importa si, como hizo, se lo traga: porque nos representa) regalándole dos libros sobre derechos humanos y libertades.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios