La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

El Señor no va de visita

Su presencia actuante en los Tres Barrios empezó antes de que su imagen llegue a ellos y seguirá después que retorne

El Gran Poder es otra cosa. Sí, es una imagen sagrada de excepcional mérito artístico, como otras que afortunadamente esta ciudad atesora. Sí, es una devoción que excede los límites de su barrio y su ciudad, como sucede con otras. Sí, forma parte del más íntimo tejido de la vida emocional y devocional de Sevilla, como sucede con otras devociones. Pero es otra cosa. Sólo una imagen, como bien lo saben cuántos alcanzaron la gloria de admirar su imagen soberana, comparte con él este don. Por eso ella es la Virgen de Sevilla y él, el Señor de Sevilla.

Es su rostro, tan herido. Es su mirada, tan tristemente tierna. Son sus manos, tan acogedoras. Es su gesto, tan derrotado. Es su fuerza en su debilidad, tan invencible. Es su ser tan hombre, desvalido como quienes acuden a él a pedirle valimiento. Es su ser tan Dios, mi roca, mi fortaleza, mi baluarte, mi libertador, mi alcázar, mi escudo, mi refugio, mi salvador. Es su milagrosa capacidad para decir lo indecible -Dios todopoderoso encarnado en un cuerpo humano de dolor-, para comprender lo incomprensible -¿por qué Dios permite el mal y el sufrimiento de los inocentes?- y para ayudarnos a cargar con cruces que exceden nuestras fuerzas. Es él. No hay más. Él tal y como Juan de Mesa lo esculpió y Sevilla, oración a oración, mirada a mirada, lo ha hecho a lo largo de cuatro siglos.

Por eso su salida en Santa Misión no será como otras salidas extraordinarias. Entre el próximo 16 de octubre y el seis de noviembre se hará más realidad que nunca lo que Rodríguez Buzón le dijo: "Toda Sevilla, Señor, es borde de tu camino". Toda, desde su centro a los Tres Barrios que el Señor visitará dejando -como ha dicho su hermandad- la huella indeleble de su presencia a través de las actividades de apoyo formativo, asistencia jurídica, pastoral sanitaria, Cáritas, acompañamiento penitenciario, catering social e inserción socio laboral que desarrolla junto a las parroquias desde hace dos años. Porque su presencia actuante en los Tres Barrios empezó antes de que su imagen llegue a ellos y seguirá después que retorne a su Basílica. El Señor no va de visita. En él se cumple lo que dijo el papa el pasado tres de enero, primer domingo del nuevo año en todo el mundo y tercer día de quinario del Señor en Sevilla: "El Evangelio dice que vino a habitar entre nosotros. No vino de visita, vino a vivir con nosotros, a estar con nosotros".

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