Fragmentos

Juan Ruesga Navarro

Sevilla bajo los focos

EN esta expresión quiero unir dos de mis ocupaciones y preocupaciones más importantes: las cuestiones que ocurren en Sevilla, ciudad en la que nací, vivo y trabajo, y el mundo del escenario, el teatro, actividad a la que he dedicado gran parte de mi vida.

Sevilla y el teatro son temas que trato a menudo en estas líneas. Pero hoy quería hablarles de un proyecto que une ambos mundos. Hace un par de años puse en marcha un Laboratorio de Investigación Teatral y, junto con la Universidad Pablo de Olavide, estamos realizando una serie de trabajos que relacionan las artes escénicas y la acción social. En concreto, la capacidad de las compañías teatrales de aficionados para incidir en la realidad social y fundamentar las relaciones entre público y profesionales de la escena; y la capacidad de las artes en la reconciliación social. Pero cuando estos trabajos comienzan a cobrar sentido es con una serie de experiencias concretas que me gustaría contarles. Como por ejemplo el grupo de teatro Los Shespirs que llevan varios años funcionando y surgen de la gran capacidad y entrega de la profesora Matilde López en el Instituto de Enseñanza Media Joaquín Romero Murube, situado en el Polígono Sur. Lo que empezó como una forma de atraer a los chicos y chicas al centro se convirtió en una actividad con entidad propia y algunos de los alumnos decidieron seguir dedicándose profesionalmente al teatro. Ellos se presentan como una compañía teatral cuyo propósito es denunciar y clamar con nuestro arte aquellas injusticias sociales que nos rodean, intentando dar voz al que no la tiene. Otras experiencias fueron presentadas, como el grupo Mujereando, formado por mujeres sin techo que, con el apoyo de la Fundación Rais, nos mostraron los trabajos realizados hasta ahora, pero sobre todo se mostraron a sí mismas como mujeres que defienden su identidad más allá de las extremas condiciones de vida que les ha tocado afrontar. En una línea de trabajo similar pero con más experiencias teatrales en su haber, el grupo Teatro de la Inclusión describió su trayectoria de trabajos coordinados por Manuel Muñoz Bellerín, y que surge en el programa Senda de promoción y desarrollo de las personas sin hogar. Completaron la muestra de experiencias dos grupos universitarios como Vaujaus, surgido hace años en la Escuela de Arquitectura de Sevilla y La Escalera que se ejercita en la propia Universidad Laboral. El teatro se convertía en herramienta eficaz y creativa para afrontar diversas realidades, como quedó de manifiesto a lo largo del debate abierto que se sucedió durante horas.

Las experiencias y capacidades de todos se empezaron a entrelazar y quedamos emplazados para empezar a trabajar en Amate-3 Barrios y Ciudad Jardín y en la asociación de vecinos Cristóbal de Monroy de Alcalá de Guadaira. Buscar procesos y actividades que las artes escénicas pudieran aportar para la mejora de la identidad de las personas y los colectivos y para contribuir a la cohesión social de dichos enclaves urbanos. Es la tarea del próximo año 2015, que esperamos sea propicio para el teatro y para Sevilla.

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