DERBI Betis y Sevilla ya velan armas para el derbi

El presidente de Vox, Santiago Abascal.

El presidente de Vox, Santiago Abascal. / FERNANDO ALVARADO / efe

RAMÓN Tamames, presidente del Gobierno. Como creo, y sé, que Santiago Abascal no es un pirado, supongo que su intención de proponer a Tamames como titular de la moción de censura de Vox contra Pedro Sánchez no es otra cosa que un artificio propagandístico muy mal medido, porque en política, como sostenía Josep Tarradellas, se puede hacer de todo menos el ridículo. Abascal no sólo cuenta con el aserto del primer presidente de la Generalitat de la Transición, sino de su experiencia en el caso de Macarena Olona, cuyo histrionismo la tiene sometida ahora a una metamorfosis ideológica.

A ver, Ramón Tamames tiene biografía para rellenar varias pantallas de la wikipedia, nació en 1933, antes de la Guerra Civil. Militó en el PCEen las décadas más duras del franquismo, en ese mismo partido que ya en 1956 propuso la reconciliación de todos los españoles, estuvo en la cárcel por ello y fue uno de los dirigentes del comité central que se fotografiaron con Santiago Carrillo cuando éste reapareció en Madrid tras el exilio, en una rueda de prensa flanqueada por una bandera rojigualda.

Después, Tamames perpetró un primer giro. Siendo concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Madrid, se sumó a la moción de censura del PP y del CDS contra el alcalde socialista Juan Barranco. Cuando un grupo de militantes comunistas se lo afeó en los pasillos municipales, él trató de convencerles de que aquello supondría “un giro copernicano” para la capital. Su mutación ideológica, por tanto, viene de tan lejos que cabe decir que ha sido una evolución coherente. 

Declarado tránsfuga, se marchó al CDS de Adolfo Suárez, y allí languideció con el propio partido centrista hasta que dejó la política para saltar al estrellato de las primeras tertulias de trincheras, pioneras en la escenificación de una falsa pluralidad que se consigue con la participación de un arrepentido del otro bando. Puede ser Tamames, Corcuera, Damborenea o Cristina Alberdi. Rosa Díez es el paradigma de arrepentida de la izquierda, como Jorge Vesrtrynge lo es de la derecha.

Ramón Tamames va a estudiar la propuesta de Vox. Ay, Santi, que por no querer rectificar sobre una moción de censura en la que ya nadie cree, se ha buscado esta solución a la Olona, llamando a la puerta de Tamames. Y Ramón, a sus 90 años, más feliz que una perdiz.

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