Tribuna económica

Rogelio / Velasco

Tristes noticias todas

PERDONEN que les moleste, pero las noticias económicas de cada semana sobre producción, empleo o créditos bancarios no pueden ser más deprimentes. Ayer se hicieron públicas las cifras de paro. 150.000 personas más engrosaron las cifras de desempleados, representando un incremento del 4,6% sobre el mes anterior.

En general, la comparación de datos macroeconómicos -ya sean precios, producción o empleo- de un mes respecto del anterior da lugar a equívocos porque, desde el punto de vista económico, a lo largo de un año no todos los meses son iguales. Por ejemplo, durante el primer trimestre de cualquier año el gasto agregado en la economía es menor al del último trimestre del año anterior. La razón estriba en que diciembre concentra unos gastos que sólo asumimos una o dos veces al año: regalos de Navidad para familiares o amigos, comidas, viajes, etc. Por el contrario, durante el primer trimestre -la famosa cuesta de enero y algún mes más- contraemos notablemente nuestro gasto de consumo. Igual ocurre durante otros periodos de cada año.

Este comportamiento estacional del gasto tiene su reflejo en la evolución del mercado laboral. Febrero es un mal mes para el gasto y el empleo ¿Son las cifras presentadas ayer especialmente malas? El dato de desempleo desestacionalizado -es decir, descontando el efecto de ese mes en particular- se eleva a unos 147.000. Quiere decir que la cifra de desempleo real prácticamente coincide con el dato desestacionalizado. La mayor parte del nuevo se debe a factores tendenciales. En todo caso, la destrucción de empleo es más intensa que la caída del PIB durante el mismo periodo, porque son los subsectores más intensivos en empleo los que sufren la crisis con especial intensidad.

Aún no podemos afirmar que lo peor ha pasado. Hemos de tener en cuenta, adicionalmente, que el mismo dato desestacionalizado del mes de enero se aproximó a 100.000 trabajadores. Este mes ha aumentado casi un 50%.

Por sectores, los servicios y la industria destacan en negativo. A falta de estadísticas más detalladas, los servicios no recurrentes están siendo especialmente castigados. Podemos prescindir de los servicios de consultoría en una empresa, pero no podemos hacer lo mismo con los de auditoría por motivos legales. Seguimos yendo a cortarnos el pelo o a revisar el coche.

El desplome de la industria del automóvil está causando estragos, impactando de plano sobre el conjunto del sector industrial. Las variaciones de la agricultura en un país donde ya representa menos del 5% del PIB son insignificantes: todas las variaciones bruscas son estacionales. Andalucía, con 29.242 parados adicionales, se ha situado a la cabeza de este triste ranking. Pero tanto durante el pasado mes como en términos anuales, en el valle del Ebro y el arco mediterráneo -desde Cataluña hasta Murcia-, el desempleo causa estragos aún mayores.

Tristes noticias todas. Puede que las tendencias se suavicen en los próximos meses. Pero tendremos todavía que esperar hasta que el panorama sea menos dramático.

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