La ciudad y los días

Carlos Colón

Valorar y respetar los hitos

POR una vez estoy de acuerdo con el señor Torrijos, mesías laico de la izquierda sevillana que obró el milagro de la multiplicación de sus 25.772 votos gracias a la debilidad del PSOE (y no me refiero al pacto legítimo, sino a sus condiciones y consecuencias). No es de extrañar este mesianismo laico. Ha sido tradición comunista importar al siglo XX lo peor de la Iglesia del XVI o el XVII, desde los mecanismos inquisitoriales de delación secreta, autodenuncias, purgas, índices de libros prohibidos o autos de fe en forma de procesos hasta la conversión del "extra Ecclesia nulla salus" (fuera de la Iglesia no hay salvación) en el "es mejor equivocarse con el Partido que acertar contra él". Pero no es a esto a lo que iba, sino a mi acuerdo con él en que Espadas "haría bien en valorar y respetar los hitos y apuestas del actual gobierno municipal". En lo que tal vez discrepemos es en la forma de interpretar valor y respeto.

Valorar y respetar la modernidad tal vez condujera a volar el Metropol Parasol, ejemplo de franquismo tardío en su voluntad de modernizar Sevilla reventándola. Valorar y respetar la peatonalización tal vez llevaría a plantar árboles y pavimentar adecuadamente los desiertos grises de los que se quitaron a la vez coches, adoquines y árboles. Valorar y respetar una ciudad concebida a la medida de las personas tal vez obligara a rehacer el disparate de la Alameda para que fuera verdaderamente lo que su nombre significa -paseo con árboles- y no un inhóspito desierto amarillo-churretoso con farolas de ducha y construcciones megalíticas. Valorar y respetar el carril bici tal vez forzara a gastarse una fortuna en rehacer lo tan mal trazado y peor ejecutado.

Más dudas me plantea la afirmación torrijiana de que "las ciudades se gestionan desde la ideología". ¿Qué ideología hay tras las setas de la Encarnación, asunto en el que IU ayuda a la mano que tira la piedra para después esconderse tras la abstención? ¿La del franquismo que confundía la modernidad con los bloques de pisos de la calle Imagen (que, pese a todo, no costaron un duro a los sevillanos y fueron más útiles que el ruinoso disparate del Metropol)? ¿Qué ideología hay tras la conversión de la Puerta de Jerez en una terminal ferroviaria? ¿Qué ideología hay en el mal trato a lo verde, en la patética y abrasadora ausencia de árboles en José Laguillo, Virgen de Luján, Avenida de la Constitución, López de Gomara y tantas otras calles o en la tala de los grandes árboles del primer tramo de la Avenida con que se iniciaron las obras de su peatonalización? Como no sea la de la plaza de Tian'anmen…

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