EN contra de lo que augura Juan Ignacio Zoido, aventuro que el candidato del PP vendrá en AVE. Es decir, que será una de las personas que ahora ocupa un cargo en el Gobierno de la capital, y éstos son tres: Miguel Arias, Fátima Báñez y Juan Manuel Moreno Bonilla. De los tres, uno vendría con billete de vuelta: el ministro de Agricultura, Arias Cañete, que no aguantaría mucho más de dos meses si en el año 2016 el PP no consigue gobernar en Andalucía. Peso pesado, en lo político y en lo somático, la candidatura de Arias podría mantener los resultados de su partido en las pasadas elecciones generales de 2011 y las autonómicas de 2012; le serviría a Rajoy los diputados andaluces necesarios para seguir gobernando en Madrid, y dejaría el PP en buena posición en el Parlamento andaluz. Pero si no gobierna, se marcha. Es más, hay quien sostiene que, incluso, se marcharía si Rajoy le obliga a bajar en AVE. Él mismo. Fátima Báñez y Juan Manuel Moreno Bonilla, ministra de Empleo y secretario de Estado de Asuntos Sociales, respectivamente, son candidatos para resistir. Por edad y ambiciones, ambos son capaces de manejar una hoja de ruta con un calendario de, al menos, siete años, el plazo que el PP necesitará para rehacerse del desastre de la sucesión Arenas-Zoido. Juan Manuel Moreno Bonilla se descartó ayer en Madrid: dice que ni quiere ser ni lo va a ser. Al menos, lo primero es falso. De estos tres, Miguel Arias es quien resuelve el problema a corto plazo. Ahora bien, hay una segunda ciudad por la que también pasa el AVE: Córdoba, donde gobierna José Antonio Nieto, un autodescartado que no hay que descartar por dos razones. La primera, porque como Báñez y Moreno Bonilla tiene edad para resistir y la segunda, porque es parlamentario. En el PP sostienen ahora que estar o no estar en la Cámara es indiferente porque la opinión pública pasa, y puede ser cierto, pero los cuadros del partido, no, y éstos están en el Hospital de las Cinco Llagas, donde los jueves pasan por el calvario de hundirse en el vacío de liderazgo. Los otros dos candidatos, José Luis Sanz y Carmen Crespo, parecen quemados de tanta exposición pública. Así que Rajoy, el hombre que acierta a base de no arriesgar, lo intentará con Arias, seguirá con Fátima Báñez; Cospedal vetará a Moreno Bonilla; Arenas hará lo mismo con José Luis Sanz; Crespo siempre estará ahí, y Nieto vendría en AVE, aunque no desde Madrid. Si Zoido no se resistiese, le tocaría a él. Y hay AVE en Sevilla.