La ciudad y los días

carlos / colón

Wayne en calle Sierpes

DESCANSEMOS del trile de los pactos. Tras Lee, Wayne. Sigo con mi salmodia de "hombre cine", versión sevillana de los "hombres libro" de Farenheit 451 (allí los bomberos queman libros, aquí los munícipes arrasan la ciudad: quienes deben proteger, destruyen). El pasado domingo, al leer el comentario del compañero José Abad sobre la biografía de John Wayne escrita por Juan Tejero, me pregunté cuál fue la primera película del Duque que vi. Creo que Hatari y La taberna del irlandés, ambas en el cine Mauritania de Tánger allá por 1962 y 1963. La siguiente pudo ser El hombre que mató a Liberty Valance en el cine de verano del Prado, el verano de 1964. Pero lo importante no es mi memoria, sino las de ustedes.

Tardíamente a causa del cierre de importaciones impuesto desde 1936 por los trágicos acontecimientos españoles y mundiales, Wayne nació como estrella en Sevilla el 10 de febrero de 1945 con el estreno de lujo, en sesión vermut, de La diligencia en el Palacio Central. Le siguieron obras menores hasta que el viernes 18 de marzo de 1949 se presentó Fort Apache con los derroches entonces infrecuentes de media página de publicidad -"¡La película para todos los tiempos! ¡La obra maestra de John Ford!"- y el estreno simultáneo en dos salas, Pathé y Florida, que sumaban más de 3000 butacas. En noviembre de 1952 -reanudando las distribuciones de United Artist en España- se estrenó Río Rojo en el Florida. Wayne era definitivamente una gran estrella entre nosotros.

El 15 de enero de 1953, esta vez con despliegue publicitario a página entera, presentaba el Palacio Central Río Grande. Le siguieron La legión invencible (Pathé, 18 de diciembre de 1954), El hombre tranquilo (Palacio Central, uno de febrero de 1955), Río Bravo (Coliseo, 4 de diciembre de 1959), Misión de audaces (Florida, uno de enero de 1960), Centauros del desierto (Palacio Central, 22 de noviembre de 1961) y El hombre que mató a Liberty Valance (Llorens, 30 de enero de 1963).

Todo acaba. El 24 de febrero de 1966 se estrenó en el Llorens El gran combate, último western de Ford; el 2 de abril de 1971, en el Rialto, Río Lobo, último western y última obra de Hawks; y el 24 de abril de 1978, en el Pathé, El último pistolero, última interpretación de Wayne. Ford murió en 1973, Hawks en 1977, Wayne en 1979. Y tras ellos murieron todos los cines en los que se estrenaron sus películas.

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