La lluvia en Sevilla

La acera de enfrente

En la acera de enfrente se asan al sol quienes desprecian y reaccionan contra la diversidad sexual

Vaya noticia, lo de María del Monte! ¡Como si acaso no se supiera! No hay más que verla…". "Lo proclama ahora por dinero y publicidad, seguro que ahora saca un disco". "Ni la represión de antes ni ahora tanto Orgullo: los extremos no son buenos". "En mi pueblo nadie jamás se ha metido con los maricones. De toda la vida se ha sabido que había, casados con sus señoras y todo, y nadie los ha insultado". "Solteronas que viven juntas ha habido siempre. Lo nuevo es esta moda de decir lo que son y que la familia tenga que tragar por narices con ello". "No le des más la muñeca al niño, aunque te la pida, que me lo vas a echar a perder". "Con lo mona que es, y lesbiana. ¡Qué desperdicio!". "Jorge Cadaval… ¿cuál es? ¿El homosexual o el otro?" (Curioso: nunca he escuchado preguntar "César… ¿cuál es? ¿El heterosexual puro o el otro?"). "Hay gais encantadores: con carrera, dinero, su perrito, vestidos bien, sensibles… Los malos son esos que van con camisetas repegadas, transmitiendo enfermedades". "Tú no estarás a favor de los derechos de las personas trans¿verdad?". "Para lesbiano yo, que sólo me gustan las mujeres". "Hay gente que nace con esa inclinación, pero la mayoría ahora lo son por vicio. Sobre todo las bisexuales". "Otra moda: la gente no binaria". "Aquí lo queremos mucho. El chaval ha llevado su cruz con mucha dignidad. Jamás se le ha visto con ninguno: pegado a su madre toda la vida y punto". "Una mujer vestida de hombre, mola. Un hombre vestido de mujer, no". "Las mariquitas, sí, pero los maricones, no". "Yo no tengo nada en contra de los gais, pero no tengo necesidad de ver a dos tíos de la manita. Ver a dos tías buenas enrollándose no me disgusta tanto…". "Una familia es un padre, una madre y unos hijos. Y eso es lo único que hay que amparar". "No estoy en contra de la unión entre homosexuales. Pero que no lo llamen matrimonio". "Aquí el lobby LGTBI+ es poderoso, en Turquía o en Rusia verías cómo no tienen lo que hay que tener para montar el Orgullo". "Diversidad, la que tengo aquí colgá". "Lo que está haciendo falta es que vuelvan los hombres de verdad. Eso es lo que están necesitando las tías".

Todas y cada una de estas voces nos llegan a quienes vivimos y dejamos vivir -sea cual sea nuestra identidad y orientación sexual, incluida la hetero- desde la estrecha acera de enfrente, donde se asan al sol esos y esas que ponen lejos a quienes no son ni viven ni visten ni se ayuntan como está mandado. Esos que temen, irracional y equivocadamente, que el hecho de que las demás gentes adquieran derechos va en detrimento de los suyos.

El Orgullo sevillano ha sonado este año especialmente abrazador, festivo y abierto. Lo celebro.

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