TRANSITANDO por la barahúnda de carteles que anuncian la primavera y a sus días más señalados aparece el que encarga el Consejo de Cofradías. Obra de la encantadora Nuria Barrera nos percatamos de que no le falta un perejil y hasta me acuerdo de aquellos monumentales trofeos que salían del buril de Fernando Marmolejo como premios del futbolístico Ciudad de Sevilla. Hubo un año en que el gran orfebre del Molviedro no se dejó atrás ni un solo detalle de la Sevilla eterna y un ingenioso le dijo que por qué no había metido también las Casitas Bajas del Polígono. Ahora, la joven pintora no se olvidó nada, toda la celebración está representado en el cartel ¿Y es necesaria tal prolijidad para anunciar algo? Los rancios están alborozados con tanta figuración, pero ardo en deseos de ver el cartel de Carmen Laffón para la Macarena, qué quiere que le diga...