DOÑANA es el territorio mejor estudiado, y ya se informa con pelos y señales sobre la sexualidad de los linces. Los biólogos inscriben en el Libro de los Récords a la hembra Saliega y al macho Jub, en su nombre pueden acreditar que se han apareado 65 veces en cinco días. Plusmarca de cópulas. Tamaña transparencia informativa puede subir la audiencia de los documentales de La 2 en detrimento del Tomate, donde pululan más linces que en Doñana y se benefician de los apareamientos propios y ajenos. Es una subespecie que no corre peligro de extinción, aunque también les ha dado por criarla en cautividad, en programas de investigación científica llamados Gran Hermano y Supervivientes. Se reproducen con más rapidez que el picudo rojo, el insecto que ha desatado una alerta en el Aljarafe porque mata palmeras.

Según Science, en el planeta rosa van muy por delante de los intentos de clonación para atajar la epilepsia infantil, y de la fabricación del genoma sintético de una bacteria. Los microorganismos que nacen tiesos y vagos en la salsa rosa y se retroalimentan de ella tienen un ADN mucho más interesante que los estudiados por la NASA en el mineralizado Tinto onubense, más radiactivo que nunca por los residuos con cesio. Son el primer organismo vivo artificial y no hemos sido justos con sus creadores. Ahora se quiere llevar toda la fama Craig Venter con su biotecnología, pero el Nobel y el Príncipe de Asturias hay que dárselo a Javier Sardá y sus amigos por sintetizar vida en Marte.

La sociedad demanda naturaleza en carne viva. Los departamentos de Medio Ambiente han de bajarse de las ramas y seguir por esta senda de la concreción explícita. Saliega y Jub serán más famosos que Pancho el fugitivo y los Ratones coloraos. Última hora: estos dos linces ya tienen mánager para negociar derechos de imagen. Y el Consejo Audiovisual de Andalucía apremia para que la exclusiva no caiga en manos de Canal 47.