EL Íbex 35 logró cerrar en positivo (+0,08%) la última sesión de la semana, en la que ha sumado un 2,6% y fijó un nuevo máximo anual en los 9.668,5 puntos. Sólo BBVA (+0,53%), Telefónica (+0,12%) e Inditex (+0,39%) salvaron el rojo entre los grandes valores. Santander, Repsol e Iberdrola se anotaron ligeras caídas.

Al frente de las ganancias se situó BME, que se anotó una subida del 3,95%, la mayor de la sesión. Le siguieron como segunda y tercera mayor subida Acerinox (+2,17%) y Jazztel (+1,97%).

En el lado opuesto, Bankinter lideró las caídas, con un descenso del 2,35%. Popular se dejó un 1,64% y Caixabank un 1,09%. En la semana, el Íbex avanzó desde los 9.420 puntos hasta la cota más alta del año, en niveles que no marcaba desde julio de 2011. La mayor subida semanal se la anotó Caixabank, que ganó más de un 9%, mientras que la caída más pronunciada la protagonizó Grifols (-2,18%).

En el mercado continuo destacó la subida del 11,99% de Prisa, después de refinanciar su deuda, en tanto que Reno de Medici lideró las pérdidas al bajar el 11,71%.

El efectivo negociado en el mercado continuo se situó en 2.080 millones, de los algo menos de 500 fueron intermediados por inversores profesionales. En el mercado de deuda pública, la prima de riesgo española se relajaba a los 243 puntos básicos, con la rentabilidad del bono español en el 4,3%, y proseguía con su mejoría.

Por su parte, el euro se reforzaba frente al dólar y al cierre de mercado la moneda única se establecía en los 1,3556 billetes verdes.

"La sensación de euforia ha inundado el parqué", ha afirmado el analista de XTB Javier Urones, quien recordó que la próxima semana se conocerán los datos de crecimiento sobre China.

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