Manuel del Valle fue el alcalde que protagonizó la mayor transformación urbanística que experimentó Sevilla a lo largo del siglo XX y lo que llevamos del XXI y que dejó la ciudad preparada para la celebración de la Exposición Universal de 1992, a la que él no pudo asistir ya como como mandatario municipal. Fallecido en marzo de este año, en lo más duro del confinamiento, esta semana Sevilla le ha rendido el homenaje que le debía. El paso del tiempo ha engrandecido la figura de Del Valle, un hombre tímido y tranquilo que fue un especialista en buscar acuerdos y en gobernar desde la moderación.