JORNADA clave para aparcar la crisis si es que no se dan motivos para acentuarla. Recibe el Sevilla a los checos del Slovan Liberec con la clasificación para la fase siguiente prácticamente agarrada y se juega el Betis en el Norte de Portugal muchas posibilidades de hacer lo propio. Ambos llegan imbatidos al inicio de la segunda vuelta de la Liga Europa, pero con el ánimo contrito por lo deficientemente que andan gestionando la doméstica.

Siete y cinco puntos avalan las trayectorias de Sevilla y Betis, respectivamente, nada que ver con los vaivenes a que están sometidos en la competición nacional. Se mira a esta jornada como si fuese especie de bálsamo que cauterice las heridas que semana tras semana sufren en la Liga, pero también pudiera ser que sólo sirva esta cita continental para agravar dichos problemas. Y es que tanto Sevilla como Betis no muestran la solvencia que permita mirar la noche con optimismo.

El Sevilla pudo perder en Chequia, pero se agarró al empate en el tramo postrero mediante gol de Vitolo. El Betis pudo empatar ante un Vitoria de Guimaraes que mostró bastante solidez y que nunca pareció a merced del rival, pero ganó gracias a un buen gol de Vadillo. Hoy vuelven a colisionar y lo cierto es que tanto checos como lusos saben que no se encontrarán las mejores versiones del fútbol según Sevilla y reconociendo además que se juegan la continuidad continental.

Cuando la moneda caiga, ojalá salga cara por el bien de ese fútbol que más cerca nos coge. Un nuevo traspié sería de efectos nocivos para cualquiera de los dos, por lo que imaginemos una noche de bonanza. Y luego ¿qué? Pues luego, la vida en su versión más cruda y a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga. Llega una noche que puede tener efectos salvíficos o venenosos y la verdad es que tanto uno como otro no tienen el sistema inmune como para tirar cohetes.