EL parqué madrileño cerró la sesión con una caída del 0,88%, que situó al Íbex 35 en 9.801,4 puntos, el nivel más bajo desde principios de diciembre, con lo que el se aleja cada vez más de los 10.000 enteros, en una jornada marcada de nuevo por las dudas sobre la deuda. El Íbex superó incluso el retroceso del portugués Psi-20, que cerró con una caída del 0,68%, seguido de Fráncfort (-0,51%) y París (-0,29%), mientras que Londres repuntó un 0,5%. Los datos procedentes de Estados Unidos lograron amortiguar la caída al cierre de la jornada.

Los mayores descensos fueron para ACS (-2,95%), Acerinox (-2,21%), Sacyr Vallehermoso (-2,13%), Repsol YPF (-1,62%), Banco Popular (-1,5%), Iberdrola (-1,48%), Telefónica (-0,85%), Banco Santander (-0,65%) y Banco Sabadell (-0,61%). Por su parte, Banesto, que cotiza en el mercado continuo se dejó un 3,45%.

En el lado de los repuntes se colocaron Iberia (1,06%), Ferrovial (0,81%), Enagás (0,79%), BME (0,73%), Mapfre (0,47%), Endesa (0,38%), Técnicas Reunidas (0,37%) y Bankinter (0,2%).

Alemania colocó ayer en el mercado 1.900 millones de euros en bonos a diez años con una elevada demanda y un interés superior que en la anterior colocación, pero con un incremento menor que el registrado por Portugal, que colocó 500 millones en letras a seis meses un 80% más caras. Los analistas subrayan que el mercado ha interpretado que los inversores siguen buscando refugio en los bonos alemanes y desconfían de la deuda de los países periféricos, lo que ha golpeado no sólo el diferencial y los CDS, sino también a las bolsas.

En el mercado de divisas, el euro cedió posiciones frente al dólar y al cierre de la sesión bursátil el cambio entre las dos monedas quedo fijado en 1,3163 unidades.