Madriguera, homenaje y recuerdo

05 de diciembre 2024 - 03:07

Este año que se nos va se han cumplido 120 años del nacimiento de Enric Madriguera en Barcelona y el que viene se cumplirán 50 de su fallecimiento en su casa de campo de Connecticut. Fue uno de los dos catalanes que reinaron en la música latina en los Estados Unidos. El otro fue Xavier Cugat, más recordado por haber protagonizado películas en Hollywood –las dos más famosas Escuela de sirenas y La hija de Neptuno–, ser mucho más longevo, actuando hasta los años 80 –Madriguera se retiró en los 50 a su country house-–y haber regresado a España participando en programas de televisión como músico o entrevistado pródigo en anécdotas sobre Hollywood, los mafiosos de Las Vegas –donde tantas veces actuó– y sus muchas esposas que, como Rita Montaner, Abbe Lane o Charo Baeza, actuaron con su orquesta.

Ambos fueron niños prodigio violinistas que tocaron con orquestas clásicas para después dedicarse a la música ligera. Cugat, cuya familia había emigrado a Cuba cuando tenía cuatro años, se especializó en música latina desde su llegada a Nueva York. Madriguera emigró más tarde a Estados Unidos, tuvo una carrera seria más larga con las orquestas sinfónicas de Boston y Chicago como solista y la Filarmónica de Cuba y la Orquesta de la NBC como director hasta pasarse en los años 30 a la música ligera combinando el swing jazz –su primera vocalista fue la gran Helen Ward, a la que siguió Patricia Gilmore, con la que compartió muchos años de éxitos y feliz matrimonio– y la música latina.

Mientras Cugat triunfaba en el Waldorf con los más modernos ritmos latinos, Madriguera lo hacía en el Weylin alternando el swing y lo latino en una versión más suave. Quizás por eso Cugat –que además era un maestro en publicitarse con sus chihuahuas, sus caricaturas y sus películas– fue más famoso. Pero Madriguera fue muy popular en sus años de oro. Y como compositor tuvo grandes éxitos, siendo el mayor Adiós, que se convirtió en un estándar interpretado por todos los grandes del jazz y la canción, empezando por su rival Cugat y por Glenn Miller.

Nadie lo recordó en el aniversario de su nacimiento este año, por eso lo traigo aquí antes de que termine. Esperemos que por lo menos los catalanes, que tan suyos son, lo recuerden el que viene en el de su fallecimiento. Mientras tanto, homenajéenlo ustedes, si tienen Spotify, oyendo Enric Madriguera & His Orchestra 1932-1941.

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