HOY viernes y mañana sábado son dos buenos días para que se pasen por el Círculo Mercantil, contemplen la I Exposición Benéfica "Por un Mundo Mejor" y adquieran alguna de las 60 obras de arte que allí se exponen. El nombre de la exposición les da una pista. ¿No les suena lo de Por un mundo mejor a revuelo de águilas sobre capas negras, niños con antifaces cogidos con un imperdible, familias almorzando temprano en el bar Benito y balcones colgados en el Tiro Línea? ¿No les suena a capirotes negros pasando bajo acacias en flor por la calle Juan Pablo?

¿No les suena a tambores redoblando por Felipe II y a los destellos del oro de un paso encendiéndose y apagándose al pasar de la luz a la sombra bajo las copas frondosas de los altos árboles del parque? Es que bajo este lema nació la Hermandad de Santa Genoveva y desde entonces es el programa que la guía.

Para hacer un mundo mejor mis hermanos del Cautivo han organizado esta exposición, cuyos beneficios se destinarán íntegramente al Colegio Musofi de la República del Congo, regentado por el Instituto Misionero de Hermanas Mercedarias de Bérriz y en el que reciben educación integral 800 alumnos, la mayoría niñas.

Aunque la hermandad de Santa Genoveva es apreciada y querida en Sevilla, y por ello su sola palabra basta, permítanme que se la ceda a las Hermanas Mercedarias: "A finales de los años 60 la Iglesia de Occidente dio un gran vuelco y comenzó a mirar más allá de sus fronteras. El Concilio Vaticano II y la Conferencia de Medellín pusieron ante nuestra mirada una realidad terriblemente hiriente: las enormes desigualdades entre los pueblos. El clamor de los pueblos empobrecidos en América y África se presentaba como el desafío más grave para el Evangelio de Jesús, que vino para crear una familia de hermanos, de iguales. Las Mercedarias escuchamos ese grito de liberación. Congo y América Latina recibieron a varios grupos de hermanas en pocos años. Hoy el Instituto de las Mercedarias Misioneras, extendido por los cinco continentes, y enriquecido por miembros de sus pueblos, trabaja con entusiasmo y entrega en la liberación de las víctimas de la exclusión, anunciando a Jesús y guardando con cariño el espíritu de la fundadora: ser mujeres abiertas a la vida, que siguen las huellas de Jesús". Como las que van tras el Cautivo. ¿Habrá algo más Tirolínea?

Se comprende que la Hermandad de Santa Genoveva, que da culto al dulce pero exigente Cautivo que parece esculpido por la Teología de la Liberación y a la Virgen mercedaria redentora de cautiverios, colabore con ellas. No les dejen solos. Es el Cautivo quien se lo pide.