APOSTAR por el conocimiento, he ahí la cuestión. Clamaba por ello en la apertura de un congreso el rector y suena a grito desgarrado y también desesperado. Sonaba a magnífico ideario de buenas intenciones el pensamiento en voz alta del rector magnífico, pero ahí es donde se queda dicha magnificencia según podemos comprobar a diario en esta tierra de garbanzos. Y es que continúa una deriva catastrófica para el futuro nuestro y, más aún, de nuestros descendientes. Aquí se está produciendo un movimiento migratorio que resultará nefasto así que vaya pasando el tiempo. Movimiento migratorio que consiste en la emigración de los más preclaros talentos y la inmigración de desheredados que huyen de la hambruna y que buscan aquí desesperadamente lo que ni siquiera está a la mano de gente preparada. Apostar por el conocimiento es la cosa, pero luego todo queda en palabras y más palabras.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios