TODO por la patria. En esas estamos, más o menos atónitos, ante las escenas inauditas de nuestros próceres políticos en la pelea por el poder mientras se acerca el día D.

Las retinas custodian la imagen de Manuel Fraga haciendo alarde de humanidad (corporal) en las aguas de Palomares con espíritu beatle del 66 para demostrar que no había peligro para los bañistas pese a las cuatro bombas nucleares que se esparcieron por las aguas almerienses al colisionar un avión nodriza y un bombardero estadounidenses. Todo un gesto del entonces ministro de Información y Turismo. Se mojó. Y no tenía ninguna necesidad. No había que arañar, como ahora, votos por tierra y aire. ¿Y por mar? Todo se andará, me temo.

Por tierra ya hemos visto cómo se las gasta la vicepresidenta del Gobierno. Acostumbrados a verla batirse el cobre con los pies en el suelo, en su escaño o en Moncloa, su reciente baile coreográfrico causó sensación. Por no hablar de su airoso viaje en globo, rematado con un aterrizaje forzoso. Pedro Sánchez nos deleitó con su escalada al Peñón de Ifach, amén de un rapel volado (sin apoyos) en un aerogenerador a 70 metros. Y qué decir de Albert Rivera, dando tres vueltas de campaña (digo campana) sin descomponer el gesto... Todo por la patria, todo por la empatía.

Lo que ya es rizar el rizo es el encuentro tan poco casual en un bar ante las cámaras de Pablo Casado, vicesecretario general de Comunicación del PP, con el cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero. Ese pedazo abrazo que se dan, ese buen rollito sonrisas en ristre ("¿qué tal estás tío?", pregunta el primero,"Vengo de la compra", le contesta), pues es inverosímil. De la impostura a la añagaza hay un paso.

¿Qué será lo próximo? ¿Aznar haciendo abdominales en la intimidad? (lo del catalán ahora mejor no) ¿Antonio Baños y Artur Mas de botellón? Todo es posible con los patrioteros. Tampoco está mal la representación del ministro de Defensa, que no sé por qué me recuerda Pedro Morenés al histriónico sargento Arensivia (el de las Historias de la puta mili) cuando pone firme al ex Jemad por ponerse morado.