Será uno de los grandes caballos de batalla del alcalde, Juan Espadas, en este su segundo mandato. El primer edil insiste por activa y por pasiva que no cederá ni un milímetro en su reivindicación de una mayor flexibilidad, por parte del Estado, de la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Exige Espadas que los ayuntamientos saneados puedan ampliar su capacidad para contratar, ahora exigua. Y quiere poder hacerlo para dotar de más personas a Lipasam y Tussam. Sobre ambas empresas recaen dos servicios esenciales para los ciudadanos: la limpieza de la ciudad y el transporte público. Y en ambos, sí, hay déficit.

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