COMBINANDO los dos pilares básicos de la fiesta, ya está en marcha la portada de la Feria de Abril. Los toros y la caseta son los ingredientes para ese guiso que desembocará en el pórtico de la Feria de Sevilla. De la feria a los toros, o al revés, es el argumento y la verdad es que me parece muy oportuno para los tiempos que corren. Tiempos en que el taurino está bajo sospecha y en el que es perseguido el aficionado por una minoría vociferante y ciertamente intolerante. La Feria de Sevilla se sustentó de siempre en la caseta y la corrida de toros, en esa prolongación de la casa familiar y en el cortafuegos que supone estar dos horas en el duro ladrillo maestrante. La universalidad de la Feria de Sevilla estuvo cimentada en esos dos basamentos y ahora que se pretende que la caseta sea pública y que los toros pierdan protagonismo seguirá siendo feria, pero no la mundialmente famosa Feria de Abril en Sevilla.