TIEMPO El último fin de semana de abril llega a Sevilla con lluvia

DERBI Horario y dónde ver el Betis-Sevilla

La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Contra el 'progresismo' dogmático

Supongo que quienes atacan a Colón o fray Junípero Serra por 'esclavistas' prohibirían toda la cultura grecorromana

Muy mal tienen que estar las cosas para que 150 intelectuales y creadores progresistas como Noam Chomsky, Wynton Marsalis, Margaret Atwood, J. K. Rowling, Martin Amis o Salman Rushdie firmen un manifiesto contra la intolerancia y la censura progresista. Les ha movido a esta iniciativa sin precedentes -porque hacerlo en la era Trump podría ser utilizado por los ultraconservadores y porque los intelectuales americanos sólo suelen unirse frente a los conservadores- los excesos de los movimientos de linchamiento y censura de la corrección política. Celebran "las potentes protestas por la justicia social y racial", pero deploran que hayan "intensificado un nuevo conjunto de actitudes morales (…) que tienden a debilitar nuestras normas de debate abierto y la tolerancia de las diferencias a favor de la conformidad ideológica". Denuncian el auge de la intolerancia conservadora, nacionalista y xenófoba en todo el mundo, que "tienen un aliado poderoso en Trump", pero lamentan que la resistencia contra ellos se convierta en un "dogma o presión" con actitudes semejantes a las de los "demagogos de la derecha".

Como escriben en su manifiesto: "El libre intercambio de información e ideas, que son el sustento vital de una sociedad liberal, está cada día volviéndose más estrecho. Aunque esperábamos esto de la derecha radical, lo censurador se está extendiendo más ampliamente en nuestra cultura: la intolerancia hacia las perspectivas opuestas, la moda de la humillación pública y el ostracismo, (…) una certitud moral cegadora… Los editores son despedidos por publicar piezas controvertidas, los libros son retirados por supuesta falta de autenticidad, se prohíbe a los periodistas escribir de ciertos temas, los profesores son investigados por citar trabajos de literatura en clase, un investigador es despedido por divulgar estudios académicos revisados…".

Víctimas de esta intolerancia puritana progresista -que también afecta a Europa- han sido, entre otros, Platón, Shakespeare, Mark Twain o Woody Allen. Stultus tempora. Si se derriban las estatuas de los esclavistas Colón, Isabel la Católica o fray Junípero Serra habría que prohibir y quemar todas las obras clásicas -desde Sócrates, Platón y Aristóteles hasta Virgilio y Cicerón- fruto de una sociedad y una cultura basadas la esclavitud: un tercio de los habitantes de la esplendorosa Atenas, madre de la democracia, eran esclavos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios