Que lea un libro. O dos. O incluso tres. El problema es que… ¡han cambiado tanto los gustos y ofertas literarias! Fíjense que, en mi caso -poco representativo, pues confieso que siempre fui un niño bastante repelente-, la primera obra de la que me encapriché fue Fray Gerundio de Campazas, del Padre Isla. Ahora, algunos años después de aquel affaire hacia tan medieval argumento, estoy condenado a empaparme de publicaciones más livianas en las que aprender, por ejemplo, de qué forma tengo que organizar mi ropa para sacarle el máximo provecho. Eso mismo que nos enseña la popular Valeria Mazza con la que, como recién estrenada autora de Crea tu fondo de armario, estuve charlando el viernes. Ideal ella desde su casa de Argentina, Valeria resulta tan cercana en la distancia que, por nuestra animada conversación, nadie aseguraría que jamás nos hemos visto las caras. Es más, ¡ya me gustaría hacerle en persona la radiografía de abajo a arriba y de arriba a abajo! Y es que, desde que se ha sabido que la verdadera Nefertiti estaba más arrugada que un higo -y que la piel perfecta de su busto se corrigió sobre un original bastante diferente al que ha pasado a la historia- no me fio de nadie. Ya sólo seguiré consejos de belleza de "veteranas de guerra" como Judith Mascó, quien regresa a los entresijos editoriales con Modelo, relato de sus peripecias en un mundo, el de la pasarela, donde ha visto y oído casi de todo. Sin embargo, mucho me temo que, por su extrema prudencia, habrá asuntos sobre los que Judith preferirá pasar de puntillas pues, para imprudentes, tenemos a otros mucho más indiscretos como el hermano de la "ambición rubia". Y así, Christopher Ciccone, bailarín, estilista, decorador y, ahora, responsable de Vivir con mi hermana Madonna, se ha quedado la mar de a gustito soltando pluma -de la que imprime en papel, me refiero- diseccionando la mujer que se esconde detrás de la artista. Esperemos que no derrumbe el mito igual que ha sucedido con la mítica reina de Egipto.