En recuerdo de Valeriano Ruiz Hernández

Valeriano Ruiz Hernández nos ha dejado. Los medios de comunicación han recogido la triste noticia poniendo de manifiesto su trayectoria profesional. Deseo realizar en este apartado de Diario de Sevilla una aportación desde diversos puntos de vista. Valeriano era una excelente persona, un ciudadano ejemplar y un profesional con amplio reconocimiento nacional e internacional. Valeriano Ruiz nos hizo comprender, con palabras sencillas sin perder rigor técnico, la importancia de la energía solar. El Sol da vida a la Tierra y Valeriano comprendió, desde su formación termodinámica (era catedrático de Termodinámica de la Universidad de Sevilla), la importancia para el planeta en su conjunto, incluyendo la humanidad, de la energía solar para que nuestra sociedad se desarrolle de forma compatible con el planeta.

El Sol da energía a la biosfera, y debería darla a la antroposfera. Valeriano Ruiz impulsó la implantación de la energía solar a través de una actividad generosa e incansable. Su papel en Andalucía, en relación con este tema, ha sido esencial. Andalucía le debe mucho, el planeta también. Fue un gran divulgador, he leído y meditado muchas veces su libro El reto energético. Una aportación para una sociedad más sostenible. Su preocupación por la ecología y la sostenibilidad, de lo local a lo global, fue continua con un gran compromiso. Hemos perdido colectivamente un gran maestro. En el devenir de la vida, quien escribe no llega a comprender cómo podemos perder a personas esenciales que contribuyen a la mejora de la sociedad y la felicidad de las personas.

Valeriano Ruiz era mi amigo. Nos conocimos hace ya muchos años y tuvimos ocasión de intercambiar conocimientos y opiniones sobre energía y ecología. Coincidíamos en que la energía solar era el único camino para mantener un desarrollo compatible con el conjunto de la vida y el funcionamiento de la Tierra como planeta y de la humanidad como sociedad. Trabajamos juntos en la Exposición Universal de Sevilla de 1992, y concretamente en contribuir a hacer un Pabellón de España más sostenible, junto con su director, el arquitecto Luis Miquel Suárez-Inclán. A lo largo del tiempo tuve ocasión de visitar a Valeriano en su casa y disfrutar de su encantadora familia, a quien envío un recuerdo agradecido por momentos inolvidables. Fue un buen esposo y padre. Valeriano Ruiz fue una persona muy comprometida con la sociedad, con una ideología sin ambigüedades, demostrada por afrontar además responsabilidades políticas: fue alcalde de Mairena del Aljarafe. Persona afable y culta, con una sonrisa que siempre ocultaba algún pensamiento creativo, y con un gran empeño en transformar la realidad para hacerla mejor para todos. El mundo de las sevillanas nos dejó esa frase que todos hemos cantado: "Algo se muere en el alma cuando un amigo se va". Valeriano Ruiz, un gran profesional, innovador en su materia, docente comprometido, ciudadano implicado y una buena persona. Descanse en paz y gracias por tu labor y amistad.