MAGNÍFICA me parece la creatividad de las modistas flamencas para hacer que el traje de la cosa se renueve de un año para otro. Por una vez, y aun sirviendo de precedente, la tradición se va a hacer puñetas en aras a la caja registradora. Se clausuraba el domingo una de las ferias comerciales que sobreviven y que justifican la existencia de Fibes y podía comprobarse cómo al rebufo del traje de flamenca se mueve un dinero más que curioso. El secreto está en que dicho vestido le ha dado la espalda a la tradición para renovarse anualmente de forma que ya el traje de gitana se parece al de nuestras abuelas como un huevo a una torrija, absolutamente nada. ¿Se imagina la que se formaría en Valencia si osaran tocar ni un solo alamar del traje de fallera? Todo sea en aras del negocio y magnífica la postura creativa de esos modistos/as, pero de flamenco cada vez tiene menos el traje.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios