RECURRENTE cuestión, pero en estos tiempos en que el infierno no sólo está cuestionado sino que se ha quedado sin cartel y cuando cualquier recién llegado osa pedir la disolución del órgano que aglutina a los obispos, ahora que ya ha dicho Llamazares que si el PSOE quiere árnica postelectoral hay que quitarle predicamento a la Iglesia, a la católica, claro, de las demás religiones no habla el dirigente comunista. Digo que ahora que las cosas están como están, recordar el Miércoles de Ceniza de antaño suena a anacronismo sin pies ni cabeza. Pero los recuerdos son inviolables y ahí están aquellos principios de un tiempo, la Cuaresma, que era tenebroso e inquietante a más no poder. Te acostabas y dormías con un solo ojo pensando en esa eternidad que te machacaba los adentros, no te fueses a morir en fuera de juego, con el infierno como destino para ese tiempo que no tenía fin. Cómo cambiaron las cosas...
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